2 de junio de 2018

12 1 0
                                    

Si ahora estoy escribiendo esto no es porque sea lo que más me apetece sino porque es lo que más necesito, porque sino acabaría cortándome.

No sé por donde empezar... Yo tengo una mejor amiga, nuestra amistad es como la típica que ves en las películas americanas y deseas que algún día puedas vivir algo así. Ella es increíble, de las pocas personas que valen la pena hoy en día; ella ha sido mi pilar fundamental durante tres años, la persona que me ha dado fuerzas para seguir cuando a mi ya no me quedaban.  A pesar de vivir a casi mil kilómetros de distancia ha estado ahí cuando mis amigos más cercanos no estaban y yo he estado ahí para ella cuando nadie más lo estaba. Durante tres años todo ha sido perfecto, tanto que no puedo ni describirlo, una amistad así no puedes ni describirla. Nos hemos enviado cartas, nos hemos hecho vídeos, textos, nos hemos visto una vez en persona (el mejor día de mi vida), hemos hecho llamadas de horas y videollamadas llenas de tonterías. Hemos guardado muchos recuerdos en una libretita, nos hemos enviado regalos, hemos llorado, reído, hemos aguantado muchas cosas. 

Pero creo que todo ha cambiado. Ella tiene novio y ahora le dedica frases a él, le hace vídeos a él, dice que quiere volver al día que pasaron juntos (antes solía decir que quería volver a ese día de agosto),  su prioridad es él, me ignora mientras habla con él, todo lo que me cuenta es sobre él. Y estoy harta. Hoy mismo se ha "disculpado" por abandonarme por otra gente (es decir, por ignorarme durante horas para hablar con él). Pero ni siquiera lo ha hecho de corazón, lo ha dicho todo por obligación. Solíamos decir que cuando fuéramos más mayores cogeríamos una mochila y poco más y nos iríamos a viajar por el mundo, nos iríamos a vivir aventuras. Pero ya no lo dice, ahora lo que quiere es hacer planes de vida que no me incluyen ni de lejos. Solíamos decir que ella sería dama de honor en mi boda y yo sería dama de honor en la suya, pero si esto sigue así dudo que siquiera esté en la lista de invitados.

Sinceramente, no sé que voy a hacer sin ella, lo que si sé es que esto llega a su fin. No sé qué haré sin sus tonterías, sin su acento tan distinto al mío, sin sus audios resumiendo su día, sin sus detalles cursis, sin nuestras conversaciones de madrugada, sin nuestras llamadas, nuestras quejas, nuestras cartas, nuestras cuentas atrás. Durante años se lo he contado todo a ella, cada vez que he recibido una buena noticia he ido corriendo a coger el móvil a contárselo, durante años le he contado cada pelea con la gente de mi entorno, las ganas que he tenido (y tengo) de huir de aquí e irme lo más lejos posible, durante años hemos hecho planes de futuro que ahora veo que no se van a cumplir, durante años he tenido suerte de tenerla como mejor amiga y ahora no sé si yo no estoy a la altura o ella busca personas con las que rellenar su vida y yo ya no soy una de ellas.

Supongo que da igual, yo que sé.

otra historia másWhere stories live. Discover now