otra historia más

12 de agosto de 2018

Ahora sé cómo debiste sentirte hace justo un año, en agosto del 2017. Rompí contigo, fui una hija de puta y ahora tú me estás haciendo lo mismo. Me lo merezco, soy consciente de ello, pero eso no quita que duela tanto.

Nunca había sentido esto por nadie, puedo decir sin miedo a equivocarme que fuiste mi primer amor, pero también eres el segundo... Es prácticamente imposible que algún día llegues a leer esto, en cuya improbable situación te diría que simplemente no estaba preparada. Mentalmente no podía estar peor y tú no sabías nada sobre ello, mis días veraniegos eran solo ansiedad, bajones, ayuno y atracones y pensamientos hirientes repetitivos. Pero ante ti me mostraba con una sonrisa, sin preocupación alguna. Sé que en algún lugar del fondo de tu mente había algo que no te cuadraba porque durante mis numerosos días de bajón total apenas te hablaba. No tenía energía, sentía que iba a molestar. Al no desnudar mi alma ante ti, al no mostrarte mis cicatrices -tanto físicas como mentales- y con la horrible certeza de que no me ibas a entender pero sí a juzgar, me alejé de ti.

Pasó el tiempo y me gustaron más personas -repito, gustar-, pero inexplicablemente cada vez que coincidíamos me lanzaba a tus brazos, el único lugar en el que llegué a sentirme segura. ¿Por qué? ¿Por qué ha pasado más de un año y sigues estando tan presente en mi vida? Ojalá tuviera la respuesta.

Pero todo eso es pasado y a día de hoy la situación no ha mejorado mucho. Mentalmente estoy mejor y eso me permite no alejarme tanto de ti, aunque haya veces que tu presencia me cause un torbellino de pensamientos ansiosos. Soy capaz de aceptar que siento algo por ti y que puede que nunca lo dejara de sentir. A pesar de todo no te entiendo y sé que tú a mi tampoco. Actuas como si te gustara, como si yo también fuera tu debilidad. He llegado a pensar que sentías algo por mi, qué ingenua soy, ¿no? Pero es obvio que no, ¿cómo ibas a enamorarte de este desastre andante? Y aun sabiendo que nunca habrá un 'nosotros', aun sabiendo que esto no es una película romántica en la que triunfa el amor, sigo teniendo esperanzas de que un día te des cuenta de que sientes algo por mí -sé que no lo haces, lo sé- y vengas corriendo a mis brazos, preparado para empezar a escribir nuestra historia. Pero tú no llegas, igual que no me llegan tus mensajes o tus llamadas y no debería sorprenderme, no debería decepcionarme.