Un Amor Prohibido

Capítulo 7: Invirtiendo papeles

Ismael: -Eso es lo que haremos y no puedes decírselo a nadie ¿¡Entendido!?.-Pregunta para dejarle en claro lo que tenia que hacer. Esa era la regla número 1 y la que ya no podía romper.

Rubén: -Okey. No se lo voy a decir a nadie ¿¡Contento!?.-responde sin ganas. "Joder pero que pesao' es este chaval". pensó después de recibir la misma advertencia por centésima vez. Además teniendo en cuenta que a Rubén no le convenía que alguien se enterara, y ese alguien era una persona en especifico. Miguel. ¿Por que debería preocuparse si el no es boca fácil?.

Miguel: -¡Rubén ya es hora de irnos!. ¡Ven a despedirte!.-Llama Miguel a Rubén porque ya debían irse, por que Miguel en su primer día no quería tener más problemas. En verdad necesitaba en este trabajo.

Rubén: -¡Voy!.-Responde entusiasmado por que el plan ya se iba a poner a prueba, ya iba a poner a prueba los celos de Miguel.-

A pesar de saber los dos muy bien que tan solo llevan unas cuantas horas de conocerse, cada uno siente una conexión increíblemente grande y agradable que cada uno en el fondo de su corazón desea llevar un nivel más alto, esta prohibido. Eso les dolía y más a Miguel por el momento ya que lleno de rabia y un poco de impotencia veía a su crush entrar tomado de la mano y muy cariñoso son ese tal Ismael, que desde ese preciso momento entró en la lista negra de Miguel.

Ismael: -¿Ya te vas cariño? Y yo que ya me la empezaba a llevar bien contigo.-Habló Ismael tratando se sonar triste logrando por lo menos convencer a su padre que se encontraba allí mirándolos pero solo pudo hacerlo imaginando que Rubén era Raúl cuando se iba a trabajar, siempre Ismael le rogaba que se quedara y su pareja nunca se negaba. "Joder como lo extraño"

Rubén: -Si, yo también amor, pero no puedo quedarme más por que mi padre solo me dio permiso hasta las 12:00.-Habla haciendo un puchero, e instintivamente mirando a Miguel para ver su rostro lleno de ira, pero lo que en realidad observo lo termino cautivando cada ves más. "Mierda, ¿Por que es tan guapo?"

En aquel momento en el cual Rubén contempló a Miguel disimuladamente, este no lo veía, tenía la cara volteada, con un sonrojo bastante visible y una de sus manos tapándose la cara mientras la otra estaba cruzada en su abdomen.

Lo gracioso es que Rubén no se imagina que la razón por la cual Miguel se encontraba en ese estado era por que el puchero que había hecho para Ismael le había parecido tan tierno que no podía mirar más o terminaría llevándoselo como un costal de papás y encerrándolo en un sótano para que nadie lo encuentre y se lo quite. 

Samuel: -Que lindo es que se lleven tan bien.-Añade algo entusiasmado el padre de Ismael al ver como los novios se "llevan bien". Además que con estas palabras acabaría con el silencio que se había formado después del comentario de Rubén. 

Al terminar de hablar Samuel sacó del mundo de la imaginación al castaño y al morocho que se encontraban en las nubes con sus pensamientos.

Rubén: -G-gracias. Hasta luego.-Reacciona y responde rápidamente para salir de allí comando la mano de Miguel para luego tirarla hacia la salida para llegar al auto subiendo rápido, no podía quedarse mas tiempo ya que terminaría que dañando el plan, aunque fuese un poco grosero, a el le da igual. Pero algo que  al el no le daba igual era el hecho de haber sostenido la mano de Miguel todo el trayecto de la casa a el auto, que no era para nada corto y lo más extraño era que no había recibió ninguna respuesta o movimiento de oposición, Miguel solo de dejó arrastrar por el.

Rojo, Rubén agachaba la cabeza solo esperando a que Miguel subiera a la limusina, cosa que no demoró mucho haciéndole levantar un poco lo cara para mirar disimuladamente a Miguel que también lo observaba sin pudor alguno.

Miguel: -¿Por que estas tan rojo corazón?.-Suelta Miguel sin pensar y solo por impulso para luego acercarse y tomarlo de la barbilla obligando a Rubén a mirarlo a los ojos. Ya se estaba hartando e ser un juego, ya que la primera vez que Rubén le había hecho aquello en la mansión Doblas supo que solo era por diversión cosa que con tan solo pensarla le estrujaba el corazón sintiendo dolor y pesadez. "¿Así querías jugar Rubén? Bien pues juguemos."

Rubén: -¿Co-corazón?-Pregunta confundido y sonrojado a más no poder y manteniendo la mirada fija en los ojos oscuros y azabaches de Miguel.

Miguel: -Si, bebe ¿Que pasa? ¿No te gusta que te diga así?.-Ahora Miguel hace un puchero causando que al castaño le dieran ganas de abrazarlo y nunca soltarlo pero las reprimió por que en este instante no eran necesarias esas ideas, y lo tenia confundido la actitud tan dominante que tenia en este momento Miguel aunque en el fondo de excitaba saber que el también quería ser su droga y ayudarlo a desobedecer a su padre.

Rubén: -¡Cla-claro que no! Es solo que no me lo esperaba de ti.-Habla rápido y algo atropellado para luego volver su mirada a Miguel con una cara de cachorro a punto de llorar.

Ya Miguel no pudo aguantarse más, y menos con esa expresión de cachorro que no ayudo en nada haciendo que ya no pudiera reprimir esa necesidad así que la suplió.

Miguel besó a Rubén.