C A P Í T U L O 2

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La naranja es la fruta más consumida en España. 🍊

Kim TaeHyung.

Recibí la carta hace dos días. Me quedé sorprendido por las palabras tan plasmadas y dedicadas en ella, cada párrafo lo leía una y otra vez para verificar si era verdad lo que mis ojos veían, las mariposas revoloteaban en mi estómago sin parar, se comenzaba a sentir incómodo el echo de sentir tantas cosas con tan solo pensar su nombre, pero no me atrevía, ni tan siquiera para levantar la mirada y conectar nuestra vista, solo podía bajar la cara y sonrojarme.

Lo he evitado desde que me la entregó y lo que menos quería era un mal entendido entre esto, me gusta y no lo voy a negar, llevo mucho tiempo conociendo su forma de ser y puedo deducir que yo soy el indicado para ser su pareja. No he tenido relación con algún chico ya que ninguno me atrae como YoonGi, lo he esperado por mucho tiempo y está era mi oportunidad para cumplir mi deseo, pero lo estoy echando todo a la borda por mi timidez.

Me sentía mal por presenciar que ahora me evitaba, donde iba y lo encontraba se escapaba o caminaba más rápido, fue un gran error hacerlo esperar tanto. Me propuse acercarme a él y contestarle de una buena vez lo que sentía sin faltar detalles, era hora de salir de mi zona de confort y afrontarme a lo que me daría felicidad, pero justamente el día esperado y ansiado se vió afectado por una escena que bajó mis expectativas y esperanzas.

De verdad fue un error hacerlo esperar tanto.

Perdóname por no llegar a tiempo, soy un fracaso de persona, por eso nadie me toma en serio y me botan de niño mimado, solo quiero estar a tu lado y sonreír por obtener tú amor, pensé que mis labios eran tuyos y los tuyos míos, pero no fue así, se los diste a alguien más con falsas promesas haciéndome creer que yo sería parte de tí, ¿Y qué pasó? me metiste de la manera más cruda que puede imaginar, estaba entregando mi corazón a algo que en algún  momento podría volverse vacío, el pecho me dolía creando un nudo en mi garganta con ganas de salir y hacerme pedazos ahí mismo.

Ni siquiera me importó cuando me miraste y alejaste al chico de mejillas regordetas a un lado, no me importó como imploraste sin parar para que me dieras una explicación, no me importó nada en esos momentos, las mariposas se volvieron avispas salvajes picoteando brutalmente mi estómago, el nudo se volvió roca en mi garganta y solo por eso me alejé aún escuchando tú desesperaba voz quebrada he impotente buscándome.

Duele mucho.

¿Por qué a mí Hyung?

Pensando en como pude enamorarme de alguien como él, recordé muchas cosas buenas que no me ayudaban en lo absoluto, quería terminar odiando a su persona y escapar de la verdad, aún así; en el fondo la completa culpa era mía por no ser valiente en el momento en que yo sabía de mis sentimientos y los suyos.

¿Por qué al final yo me siento horrible?

No lograba abrir mi mente, las lágrimas volvían nublada mi vista y los espasmos me hacían necesitar más aire, me abracé a mí mismo buscando un poco de consuelo, escuché su voz a lo lejos y me encogí con miedo, no quería verlo, al menos no ahora. Nada estaba de mi lado porque cuando estuvo enfrente de mí dejó de gritar y por un instante todo el sonido murió, alcé la vista mirando sus lágrimas lo que me hizo regresar a la realidad en un instante, se abalanzó en mi cuerpo abrazándome con fuerza, sentía sus ganas de no soltarme, quería esto y no puedo negarlo, pero no correspondía el apegado abrazo y él no hizo nada más que estar a mi lado.

Perdóname TaeHyung te juro que mis palabras son ciertas.

Estoy dispuesto a abrir exageradamente mi corazón por él.

—Perdóneme a mí por no llegar a usted a tiempo.

Aún sí eso implica dejar añicos de recuerdos en el camino solo para satisfacer mi deseo de amor.

Mi otra naranja  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora