Yo no pregunto dos veces

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Orisa se sentía muy feliz con su decisión, todo estaba saliendo bien y en unas horas ella y Bastion  disfrutarían de un hermoso atardecer y ella podría tomar una muy buena foto. Luego de revisar bien el mapa local y marcar una ruta Orisa sacudió su cabeza y volvió a la realidad -Muy bien, e encontrado un camino que nos llevará...- Orisa buscó a Bastion a su alrededor pero no la vió -¿Bastion?- entonces una flor cayó de su hombro. Orisa se agachó y recogió la pequeña flor, reconoció la flor cómo una de las que aún crecían sobre la cabeza de Bastion y buscó alrededor -Señora Orisa, olvidó esto adentro- La voz de Saarahi la distrajo y giró para verla, tenía su mochila y Mako sostenía el supercargador. Orisa agradeció y se volvió a colocar su mochila y acomodar el supercargador. Luego de despedirse de Mako y Saarahi, Orisa volvió a buscar con la mirada a Bastion. Orisa miró alrededor sosteniendo la flor entre sus manos hasta que vió una segunda flor sobre una caja a un lado de la entrada de un callejón. Orisa miró alrededor nerviosamente <<¿Bastion pero que fuiste a hacer?>> Pensó mientras se dirigía a la entrada del callejón. Luego comenzó a caminar en círculos nerviosamente en la entrada del callejón, esperando a que Bastion volviera. Dos minutos pasaron y Bastion no salía, Orisa golpeteo el piso con impaciencia y algo de miedo pero luego suspiró -Oasis es una de las ciudades más seguras actualmente- Se dijo a sí misma y comenzó a calmarse <<seguramente solo está distraída con algo del otro lado>> Orisa suspiró y tomó valor, luego finalmente se adentró en el callejón. Mientras caminaba, Orisa miraba a su alrededor nerviosamente, según el mapa este callejón llevaba a un viejo almacén abandonado, y Orisa tenía claro que en los lugares abandonados como ese siempre había ratones, y la idea no le agradaba mucho. Orisa se detuvo frente a la compuerta del almacén y miró dentro un poco con temor. En el almacén la luz del sol entraba a través de las ventanas rotas, dándole al lugar una iluminación tenebrosa. Orisa suspiró y guardó ambas flores en el compartimiento de su pecho. A Orisa le dió un escalofrío al calcular cuántos ratones podrían habitar en este almacén y rápidamente se quitó el pensamiento de la cabeza y entró con temor -¿B.. Bastion? Ya tengo el curso marcado, deberíamos irnos ahora- Se escuchó algo corretear por entre unas cajas de madera y Orisa rápidamente se dió la vuelta -Bastion en serio me gustaría irme de aquí ahora ¿Dónde estás?- Orisa avanzó por el almacén con miedo.

Orisa continuó caminando por el almacén y llamando a Bastion, de pronto un ratón corrió frente a ella y paso por entre sus patas. Orisa chilló y pegó un brinco tratando de alejarse del roedor, pero entre el miedo Orisa tropezó y aterrizó sobre una de las cajas del almacén, su peso rompió la caja y sus contenidos se revelaron. Estaba repleta de armas, rifles, pistolas y escopetas. Orisa se levantó y tomó un rifle para examinarlo más de cerca, eran solo réplicas, accesorios para usar en películas -Fantástico trabajo de accesorios ¿No?- Orisa se sobresaltó al oír la voz de Hal-fred y se dió la vuelta para verlo. Estaba parado junto a algo cubierto por una polvorienta sábana -Orisa normalmente yo no pregunto día veces, pero tal vez allá en el hotel delante de las miradas de todos esos espectadores te pusiste nerviosa y no supiste bien lo que hiciste. Así que aquí de nuevo te lo volveré a preguntar...- Hal-fred sacó de su bolsillo la caja con el anillo y Orisa negó con la cabeza -No Hal-fred, mi respuesta en el hotel es la definitiva, no me quiero casar contigo- Hal-fred apretó la caja con su mano y luego sacó una amenazante pistola pesada con su otra mano y la apuntó a Orisa, quien observó la pistola tratando de identificar si se trataba de otra replica -Ay Orisa, créeme cuando te digo que está sí es de verdad. Y fortificarse no servirá tampoco, está cargada con munición especial, un regalo de parte del fallecido Slicedface- Hal-fred cargó la pistola y volvió a guardar la caja del anillo. Orisa se quedó en silencio, estaba en desventaja -Ah y espero que hallas disfrutado el tiempo en el spa, tal vez podamos pasarnos los dos juntos un rato en la sección VIP y...- Orisa bufó -¿Cómo supiste lo de el spa... de cualquier manera, Hal-fred me niego a casarme contigo...- Orisa corrió una simulación rápidamente y verificó la manera de salir victoriosa de este encuentro -Baja el arma Hal-fred, me temo que en realidad tú estás en desventaja. Una bala no bastará para penetrar la fortificación y puedo desarmarte rápidamente después de tu primer disparo- Orisa transformó su mano en su cañón, entonces Hal-fred río y sostuvo la sábana de su lado -Se que una bala de estas no es suficiente para ti ¡pero es más que suficiente para ella!- Hal-fred levantó la sábana y una nube de polvo se levantó.

Debajo de la sábana estaba Bastion, su visor estaba gris y tenía la mirada perdida. Había un extraño aparato aferrado a la cabeza de Bastion. Orisa se quedó en shock y miró a Hal-fred con furia -Estas cometiendo actos ilegales, detente ahora y no me obligues a usar fuerza letal- Hal-fred gruñó y puso la pistola sobre la cabeza de Bastion -Orisa yo sé que no te atreves a arriesgarte a perderla, así que escucha...- Hal-fred volvió a sacar la caja del anillo -Tan sencillo como esto, los medios ya nos an visto juntos y todo eso, todos se preguntan cuando será la gran boda... No puedo defraudarlos, y tú respuesta allá en el hotel me hizo quedar algo... Mal, tengo una reputación que cuidar ¿sabes?- Con cada palabra que decía Hal-fred, Orisa comenzaba a despreciarlo más -Asi que escucha querida, simplemente acepta casarte conmigo y Bastion será libre, esa cosa en su cabeza le prohíbe usar más del quince porciento de su cerebro, es básicamente un vegetal ahora- Hal-fred golpeó a Bastion con el cañón de la pistola, Orisa pisoteo el piso fuertemente y gruñó pero se detuvo en cuanto Hal-fred puso el dedo sobre el gatillo -Vamos Orisa... A nadie le e dado una oportunidad como esta, te lo preguntaré por tercera vez ¿Te casarías conmigo?- Hal-fred empujó la punta del cañón contra la cabeza de Bastion. Orisa se sentía indefensa, <<tal vez ¡llamar a las autoridades!>> Pensó pero en cuanto inició una llamada el collar de perlas en su cuello le dió una descarga. Orisa gruñó de dolor y se arrodilló tratando de quitarse el collar. Hal-fred sonrió maliciosamente -Lindo detalle ¿no? El collar es aparte una cámara oculta, así sabía dónde estabas y justo lo que necesitabas. Me importas Orisa, y yo sé que ella te importa a tí- Hal-fred abrió la caja del anillo y estiró su brazo -Una y solo una vez más Orisa... ¿Te CASARÍAS conmigo?-

No es un error en el sistema (Bastion x Orisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora