Vida

Un día normal

En el verano del 16 de Agosto de 2010, un muchacho más bien bajito, con unas gafas redondas y un peinado un tanto raro, se encontraba en la puerta de una casa abandonada, el siempre había dicho que le encantaba ese lugar, se quedaba contemplandolo durante horas, pero nunca se atrevía a entrar en su interior devido a las muchas historias que contaba el resto del pueblo sobre la esa casa.

Cuando el chico ya llevaba allí unas cuantas horas vió el reloj de la torre del pueblo, ya eran las 21:00, llevaba allí ya cuatro horas y se le habían pasado volando, así q se fue a su casa.

Al llegar no se escuchaba ningún ruido, parecía como si no estuviese nadie en casa asi que el chico se fue a preparar su cena. No habían pasado ni dos minutos cuando siente que algo se mueve en la sala, se aproxima con cuidado, pero no ve nada. Al mismo tiempo siente como una mano se le posa en el hombro y escucha a su madre(Laura), que le dice enfadada: ¡pero Pepe hijo, donde has estado para llegar todo lleno de sangre!