¿Donde esta Sara?

23 2 1
                                        

Al poco tiempo de llegar a casa, suena el teléfono y Pepe lo coge rápido esperando que sea Sara, pero no era así, eran los padres de ella preguntando por su hija.

Tras explicarles a los padres de la chica que no sabía donde se encontraba, colgó el teléfono y su cabeza no paraba de dar vueltas, intentó dormir, pero no podía, tenía que volver a aquella casa, seguro que Sara estaba allí.

Se levantó, eran las tres de la madrugada, y en la calle solamente se escuchaba el leve susurro del viento. Se vistió y salió hacia la casa.

Al llegar, se paró frente a la puerta, estaba abierta y se veía todo el pasillo central, el pasillo que llevaba directamente a la sala en la que Sara había desaparecido.

Empezó a escuchar pasos en el interior d la casa y de repente la voz de Sara que decía: ¡Pepeeee!¡Pepeeee! una y otra vez.

Dos luces brillantes al final del pasillo se le aproximaban, el chico se quedó inmóvil, no sabía que hacer, la dos luces parecían ya dos ojos y cuanto más se aproximaban, más y más lo parecían, dos ojos de color azul brillante. Cuando los ojos llegaron a la puerta, Pepe pudo distinguir el rostro que llevaba eses ojos tan luminosos. Era Sara, que le tendió la mano invitandole a pasar, a entrar en aquel lugar tan horrible.

Él no quería pasar, pero otra vez, esa extraña fuerza lo obligaba ya no había manera de volver atrás.

Llegaron a la sala en la que había perdido a Sara, el seguía mudo, no podía decir ni una palabra simplemente se dejaba guiar por ella. Se sentaron en el centro de la sala y todo se quedó en silencio, esa pequeňa brisa de aire había desaparecido, cada vez hacia más y más calor y de pronto ella se levantó y empezó a hablar en una lengua desconocida para el muchacho, las paredes se llenaron de sangre, esa sangre que Pepe llevaba en su ropa cuando llegó a su casa, pero esta vez había demasiada, tanta que la sala comenzó a inundase de sangre.

La chica dejó de hablar y calló tendida en el suelo, la sangre se fué y él se levantó, empezó a escuchar risas y pasos que venían de todas las direcciones, sintió como algo le arañaba la espalda con fuerza y, por primera vez, reaccionó y hechó a correr. Salió como pudo de aquella horrible casa ese lugar que no quería volver a ver jamás.

VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora