Hoseok entra al lugar temblando y lleno de miedo, ansiedad y dudas pero se empeña en hacerse creer a sí mismo que es adrenalina y en verdad, la adrenalina le gusta.
Es la primera vez que pisa un lugar como este, así que cree que no es raro que las luces brillantes casi lo cieguen y el fuerte sonido de la música lo ensordezca un poco. Debe ser normal, la gente acude a fiestas todo el tiempo. Seguro se acostumbran a esto.
Sin embargo, todo lo que hace al entrar es pararse en una esquina y mirar. No entra a la pista, no pide nada para beber, ni siquiera coquetea con nadie.
Sabe que debe empezar a hacer alguna de esas cosas en algún momento para conseguir lo que vino a buscar, pero es que lo que ve, personas encima de otras, casi teniendo sexo con ropa y succionándose mutuamente, ya no le parece tan atractivo en este momento.
Se acerca más a la pared de la que ha bautizado como su esquina y sigue observando. Quizás salga de aquí sin nada más ojos y oídos lastimados por algo que no está acostumbrado a hacer, ni nunca estará.
No sabe que está siendo observado también intensamente por una mirada oscura que desde que se fijó en él, no ha podido apartar su mirada ni un solo momento.
Taehyung estaba en una mesa con sus amigos, Yoongi y Jungkook comiéndose a besos a su lado, mientras él buscaba con quien pasar esta noche.
Lo encuentra en una esquina, casi pareciendo que desearía pegarse a la pared y ser parte de la estructura.
Es hermoso. Luce tímido y perdido. Con aire inocente. Un aura de luz lo rodea. Luce simplemente precioso. Etéreo. Y por un momento lo hace sentir ingrávido.
No es lo que Taehyung suele buscar exactamente, porque la gente sin experiencia se clava muchos con los primeros romances y desean tener una relación larga, inocente y pura pero él no está disponible para nadie.
Un fugaz pensamiento de que para este rubio bonito lo estaría viene a su cabeza por un momento. Luego solo se ríe de lo estúpido que eso suena aun para sí mismo.
Toma un trago de su copa y recorre con su vista el lugar, buscando a una chica o chico que sea lo suficientemente atractivo para ir con ella o él a su casa y hacerle ver las estrellas.
Hay unas cuantas personas muy bellas que se fijan en él también y le guiñan un ojo o le sonríen. Sin embargo, sus malditos ojos lo traicionan, aunque solo le son fieles en realidad, al volverse a fijar en el chico tímido de la esquina.
Ahora nace en él algo como un instinto protector de querer sacarlo de aquí y llevarlo a una lindo lugar donde no haya sexo sucio, alcohol barato y porquería por todas partes.
El chico luce como un ángel caído en el infierno.
Taehyung no lo resiste y le da un golpe en el hombro a Yoongi que se queja cuando debe dejar la boca de Jungkook para preguntarle que sucede.
"He visto a alguien, no me esperen esta noche" es todo lo que el dice y su amigo solo asiente sin darle mayor importancia y vuelve a tomar de las mejillas a su novio para besarlo un poco más.
Hoseok sigue mirando a todos lados y a ninguna parte, más convencido de que lo mejor es que se retire ya de aquí cuando se fija en algo más.
Unos ojos marrones que lo devoran con la sola mirada. Una cara cincelada, forma perfecta, mandíbula de muerte que no voltean lejos de su mirada. Un cuerpo alto y perfecto, de piel bronceada que se acerca a él.
Se acerca a él. Esto es lo que Hoseok buscaba.
Taehyung llega hasta donde el rubio está y aunque al principio está a punto de retroceder porque increíblemente se siente intimidado no puede dar un paso atrás cunado el chico sonríe.