Hoseok no podía dejar de pensar en Taehyung desde que escapó de su lado la primera noche. Y Hoseok nunca se aferraba a algo o a alguien. Siempre sabía que no podía, que tenía cosas que lo esperaban en el futuro, no podía llevar a nadie consigo.Pero Taehyung…era algo más.
Así que tenía que volver a verlo. Y lo hizo. No fue como esperaba.
No sabía muy bien lo que esperaba realmente al volver al bar el siguiente fin de semana, tal vez hablar con él, del clima o de tatuajes, porque probablemente Taehyung no era de los que repetía una noche. Pero Hoseok solo necesitaba volver a verlo al menos.
El caso que es que cuando lo vio, lo vio muy contento con otro chico rubio como él y delgado como él con quien bailaba justo como lo hizo aquella noche con él.
Entonces sintió celos, lo cual sabía era estúpido, pero ¿cuando los sentimientos fueron razonables?
Aunque, ¿cómo Hoseok podía tener sentimientos por un chico con el que lo único que tuvo fue sexo de una noche?. Sexo dulce y tierno, sí, pero sexo al fin.
Y este tipo obviamente tiene una cosa con los chicos que se ven como él, así que Hoseok dejó de sentirse especial.
Taehyung no fue amable con él por ser él, solo por cómo se veía.
Hoseok volvió a verlo -buscarlo- por unos días más, pero nunca se acercaba, no sabía que decir, que hacer o como actuar.
A veces se preguntaba si solo llegaba hasta él y le contaba de su amor por los tatuajes y que no había podido evitar ver cuántos tenía él, lo convencería de contarle algunas historia sobre algunos de ellos.
Hoseok solo quería escuchar su tranquila y apacible voz, dirigida a él, perderse en sus ojos miel hasta que el tiempo dejara de existir, volver a tocar su piel y sentir como vibra bajo la palma de su mano, enamorarse de Taehyung, que Taehyung se enamore de él.
Y escapar juntos a un lugar muy lejos de aquí, a mil años luz en el tiempo, o a un universo paralelo. Por supuesto, nada de eso era posible.
Así que Hoseok dejó de buscar a Taehyung. El solo quería una noche de libertad, la tuvo, y ahora debe volver a la normalidad.
Taehyung siempre será el mejor recuerdo de sentirse vivo.
Ahora está en su casa preparando todo para la fiesta. Tiene aun tanto que hacer, cosas que hubiera terminado si no salía cada fin de semana por las noches, a espiar como un acosador a cierto moreno precioso, pero es que…era inevitable.
De todas formas, la obsesión había terminado, Hoseok nunca volvería a ver a Taehyung, seguiría con el curso de su vida normal, y nada más.
“Estás muy estresado, hyung” Viene la dulce voz de Jimin, que empieza a tocar sus hombros de forma suave y se acerca para besarle la mejilla.
“Hmm” Murmura Hoseok apoyándose en el contacto.
“Lamento darte tanto trabajo” Murmura después “Podrías pedirle a Jiwoo que te ayude”
“Ella ya nos está ayudando mucho” Responde a eso Hoseok, levantándose para quedar frente a Jimin.
“¿Quieres un te, hyung?” Pregunta Jimin como si esa fuera la solución a todos los problemas. Era su solución a muchos problemas. Pero no funcionaba para Hoseok.
De todas formas, nunca aprendió a decirle que no a Jimin.
Así que asiente y lo siguiente que sabe es que Jimin lo ha traído en un abrazo y lo ha sentado sobre la mesada de la cocina, mientras le pasa una taza de te con esa sonrisa dulce y hermosa que tiene y ese pelo suave y rosa enmarcando su lindo rostro.
Hoseok no sabe cuando dejó de estar enamorado de este hombre. Porque no es fácil no estarlo. Si no todo lo contrario. Amar a Jimin es demasiado fácil. Por eso él lo ama aún.
Pero tantas cosas después, el amor no es lo mismo.
Más tarde Jimin está metido entre sus piernas, dándole un gran y fuerte abrazo, de esos que cree que curan también.
Y Hoseok está muy seguro que curarían cualquier cosa, excepto lo que está muy roto. Como él.
“¿Recuerdas a Jungkook y a su no-novio Yoongi?” Pregunta Jimin después.
Hoseok asiente “Son los chicos a los que les compré seis packs de cervezas hasta que terminaron de contarme todas las historias de sus tatuajes”
“Los que podías ver” Murmura Jimin.
“¿Habían más? ¿Porqué me lo ocultaron?” Pregunta Hoseok, fingiendo ofensa. Jimin solo ríe.
“Vendrán mañana” Dice Jimin.
“Eso es genial, me caen bien” Menciona Hoseok.
“Tienen un amigo que compartirá clases contigo este año, quiero que él te caiga bien” Dice Jimin.
“Jimin, no puedes obligar a la gente a que les caiga bien ¿sabes? Y no puedes buscarme amigos” Lo regaña Hoseok.
“Claro que puedo…pero no haré nada hyung, tu lo encantarás con tu encanto"
Hoseok hace un puchero. Jimin le hace cosquillas. Hoseok ríe.
“No quiero que te sientas solo” Susurra Jimin después.
Hoseok le sonríe para tranquilizarlo. El caso es…Hoseok siempre se siente solo. A pesar de todo lo que tiene, a pesar de las personas a quienes tiene.
“No lo estoy” Miente, y sabe que se ha hecho tan bueno en eso, que Jimin le cree.
“Estaré bien” Completa después. Y antes de que el menor siga lo tira de nuevo para otro abrazo. Ahora quiere ver si esto puede aliviar la culpa.
Culpa que siente por no sentirse culpable de haber engañado a Jimin.
Al día siguiente Hoseok amanece mejor, hoy es un buen día para ser feliz, se dice a sí mismo, tiene el resto de la suya, para no serlo.
Así que será un excelente anfitrión de la fiesta, sonreirá y no será tan falso, y compartirá con Jimin su éxito. Es lo que debe hacer.
Poco antes de que Jimin suba a presentar su primera canción, Hoseok divisa a Jungkook, por supuesto a su lado está Yoongi, se acerca a ellos, que lo ven y lo saludan hasta que nota a alguien más.
Y después de todo, hoy al parecer no será un día feliz. Da media vuelta y desaparece de la vista de los tres chicos.
Porque uno de ellos es Taehyung.