capítulo 5

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Después de irse, yo seguí tirada en el suelo, me senté sosteniendo la parte golpeada de mi estómago.

-¿Estás bien? -cuestionó Azura.

Levanté la mirada hacia ella, estaba ofreciéndome su mano para ayudarme a ponerme de pié.

Sólo la miré en silencio por un segundo, cerré mis ojos y me levanté lentamente aún con mi mano izquierda tocándo mi estómago.

-Estoy bien, descuida -respondí de manera fría.

-... Gracias por lo de antes -dijo ella mientras pasaba una de sus manos por su nuca.

La miré de reojo y luego respondí.

-No te confundas, Azura. No lo hice por ti, solo estoy harta de ver cómo esas dos hacen lo que quieren. Tu deberías aprender a ser más independiente.

-Supongo que tienes razón... -respondió ella con voz baja.

Dejé de mirarla y me dí la vuelta para irme, pero debido a los golpes perdí un poco el equilibrio, hubiera caído de no ser que me sostuve de la pared.

-¡Aiko! -gritó Azura mientras corría hacia mí y me sostuvo para no volver a caer-. Estás grave, debo llevarte a la enfermería.

-ESTOY BIEN, no necesito ir, además, ¿Qué diríamos?, ¿Qué fui atacada por tus "amigas"?, todas estaríamos en problemas, ellas no me importan, pero yo no quiero estar lideando con la directora.

-Por mi culpa estas así, siempre arruino las cosas -dijo Azura.

-(Destruir a Akane)

-¡Uhg! -llevé mis manos hacia mi cabeza-. (¿Pero qué diablos...?) -pensé.

-¿Ocurre algo? -cuestionó Azura con preocupación.

-No nada...

Después de que Azura dijera que era su culpa. Una voz en forma de susurro resonó en mi cabeza, era una voz grave...

-¿Qué hacen ustedes aquí?.

Azura y yo nos dimos la vuelta para ver a una directora entre enojada y confundida.

-Me dolía el estómago, fui al baño y vomité, Azura solo me acompañó por si acaso me desmayaba -mentí.

-No creo que sea correcto que estés en la escuela en esas condiciones, ¿ahora ya te sientes mejor? -cuestionó la directora.

No directora, me siento débil y... me duele mucho la cabeza -dije.

-Bien, puedes irte a casa, no te preocupes, haré un justificante. ¿puedes irte sóla a casa?

-Sí, descuide -redpondí de manera seria.

Después de eso caminé hacia la salida y me fui directo a casa, subí a mi habitación y me acosté boca arriba en mi cama.

-(Destruyela)

-¡uhg! -sujeté mi cabeza con ambas manos-. ¡¿quién eres?! -exclamé con los ojos cerrados.

(Yo se que ya no las soportas)

-¿Estas hablando de Akane y Reiss? -cuestioné sorprendida.

(-Así es, desde ayer no te las quitas de encima..., mucho antes de ayer: nunca las has soportado...)

-Bueno... En eso tienes razón, pero... ¿Quién diablos eres? Y ¿por qué sólo yo puedo escucharte? -cuestioné intrigada.

(-¿Quieres verme?).

-Claro que quiero -respondí inmediatamente.

Entonces de la nada se generó un tipo de humo negro frente a mí, giraba en círculos y pude notar que dentro de ese círculo de humo se comenzaba a formar una figura extraña...


Cuando el humo desapareció dejó ver a un tipo de ¿monstruo?, ¿demonio?. Tenía alas negras, cabello negro, ojos rojos, armadura de píes a cabeza, en el pecho tenía dibujada la cara de un león y su casco era el cráneo de un animal, era más alto que yo. (Multimedia)

-¿Qué eres? -cuestioné con gran sorpresa.

El hombre me miró fijamente durante un segundo y comenzó a hablar.

-Mi nombre es Arioch y por mi nombre soy conocido como el demonio de la venganza. Tu desesperación me a llamado, he notado que tienes un espíritu fuerte y decidido, eres indiferente con todos y no toleras que te vean la cara de tonta, eres una persona muy diferente al resto. La sed de venganza de muchas otras personas me a llamado, pero... en tu caso es diferente... -una sonrisa malévola se dibujó en su rostro- así que tu eres... la indicada.

-¿I-Indicada para qué? -cuestioné con titubeo y él me observó durante unos segundos, los cuales, parecieron largos minutos.

-Para otorgarte mis poderes -respondió finalmente.

Gritos De Una Oscuridad  [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora