Mi Escritora Favorita // Muke ©

☁ Mi Escritora Favorita ☁

[N/A: para leer este capitulo tienes que poner estas canciones en el mismo orden en que están aquí: wherever you are, amnesia, ghost of you y wrapped around your finger, tambien que si te ries, lloras o me quieres matar, me gustaria que reacciones en comentarios, pues la historia ya terminara y no podran hacerlo, por cierto... Lloren perras,  ahora si gracias por su atencion.]

Justo en ese momento Michael estaba furioso, ¿como podía haber gente como ese idiota? Jamas lo entendería.

Su ex manager estaba muy golpeado de la cara, uno de sus ojos estaba comenzando ha ponerse morado, de sus labios salia sangre y le dolía la cabeza de tanto golpe en la pared; cuando Michael llegó en la madrugada a California, se dio cuenta que luke se habia mudado, traro de contactar a alguien que le dijese sobre el paradero del rubio pero en realidad nadie tenia idea de él, asi que no tuvo otro remedio que ir directamente a la casa de aquel bastardo a confrontarlo y exigirle que le dijese sobre luke, pero cuando llegó, aquel ser despreciable solo se rió de su desesperación, asi que no tuvo opción mas que sacarle la verdad a golpes; Michael clifford nunca había sido un hombre agresivo, pero dadas las circunstancias no tenia remedio.

Cuando ese horrible hombre ya estaba casi en la inconsciencia, mike decidio tomarle el celular y comenzó a buscar el numero de luke, y lo encontró, cuando sacó el suyo y comenzó a anotar el numero, escuchó cómo su propio celular sonó, haciendo notar que tenia actualización en wattpad, cuando termino,sin más guardó el nuevo numero del Rubio y salio de esa asquerosa casa.

Mientras caminaba el leía todo lo que luke habia escrito, con lagrimas en los ojos comenzó a llamarlo, más este nunca contestaba. Al llegar a las cincuenta llamadas no contestadas buscó el gps de su teléfono tratando de localizar al del Rubio; cuando por fin supo por donde estaba, Michael se dio en la tarea de buscar transporte hasta que vio a una cuadra de donde estaba a un taxi , corrio hasta el y comenzó a tocar la ventanilla, llamando asi la atención del conductor que después de oir un: "necesito que me lleve a esta dirección" dejo que el de ojos verdes entrara para encender el auto.

Mientras en las calles de California estaba casi vacías, excepto por aquellas personas que corrían a refugiarse de la tormentosa agua que comenzaba a aparecer, Luke caminaba bajo ella, sin importarle que la gente lo viera como un loco o que se enfermara, a el lo único que le importaba era su banda y por obvias razones su crush, su crush que tal y como la palabra lo dice le rompió el corazón, ¿cuando le diría, cuando le diría que estaba esperando un bebe con cristal?, ¿porque le había dicho aquello aquel día, si sabia de la existencia de un feto en el vientre de esa intrusa? Porque eso era ella: una intrusa en sus vidas.

Con cada paso la lluvia se hacia cada vez mas fuerte, con cada paso que daba se sentía cada vez mas destrozado, ya nada podía cambiarle el humor. Tantos años con ellos se fueron a la mierda por orgullo, las lágrimas que caían por sus mejillas se confundían con las gotas de lluvia, el día estaba igual que él: fatal.

A lo lejos miro a un par de chicos pegados a una pared, tenían sus manos entrelazadas, el quería ser así, no importarle nada que no sea su pareja pero ¿como haría eso? Ni siquiera tenia pareja, siguió caminado mientras recordaba el pasado, esas risas entre amigos, incluso hace un mes todo iba bien, pero ¿de qué se quejaba si él era el culpable de todo lo que le pasaba? realmente era un imbécil, el idiota mas grande de la vida.

Mientras suspiraba escuchaba a lo lejos la voz de su Michael llamándolo, con una mini sonrisa en los labios negó con la cabeza, ya se estaba volviendo loco, Michael estaba en Australia, ha kilómetros de ahí ¿como podia estar llamandolo? De seguro ha de estar odiandolo a más no poder, ó tal ves estaba en un sillón con cristal entre sus brazos mientras con una mano le acariciaba el vientre aun plano, pequeñas lágrimas se escaparon de sus azules ojos, azules como el inmenso mar al imaginar aquella imagen.