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Blinky se asombra. Aquel nombre no se suele escuchar, solo una vez pudo conocerla en su estado vulnerable.

— ¿Ya lo saben? —pregunta Blinky.

— Eso no es bueno—dice Arrg.

— ¿Qué están ocultando? —cuestiona Jim.

— Su nombre es Perséfone, si es ella la hija de Gonmar deberán tener cuidado—menciona el trol.

— ¿Por qué? —cuestiona Claire.

— Era mi superior—menciona Arrg.

¡¿Qué?!

No pueden creer las palabras. Gonmar si que guarda secretos. Perséfone es un arma de doble filo, deben tener cuidado en soltar información.

No hay forma de que Perséfone puedas traicionar. En mercado troll se encuentra la azabache leyendo un libro sobre la naturaleza, sus conocimientos a lo largo del tiempo le ha ayudado a mantenerse con vida, por ello agarra ese tipo de lecturas y empieza a rayar.

Su deber es matar al cazadores troles, por ello se encuentra recluida en una celda con algunas comodidades, Gonmar no planes matarla, no por el momento.

— Cariño.

El llamado la pone en alerta, eleva la mirada. Un aura naranja está frente a ella, se levanta enojada ante la mirada burlona.

— ¿Qué sucede? —murmura sonriendo.

— Largo—gruñe.

— ¿Esa es la forma de tratar a tú creadora?

— Ustedes dos solo me quieren para cumplir su dichosa noche eterna.

— Para eso eres la creación perfecta, mitad trol y hechicera. Una combinación única.

La mata con la mirada, trata de intimidad, atravesar cada capa de hielo, pero al no ver ninguna señal se rinde. Baja la cabeza y se arrodilla, es mejor ceder antes de que te obligan.

— ¿Entiendes?

— Si...madre—susurra lo último.


Se aleja sonriendo. Doblegar a un ser poderoso la hace sentir superior. Solo existe para obedecer, no debía tener infección con el mundo, sino fuera por ese chico todo hubiera salido al plan.

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Un nuevo dia. No tiene permitido escapar o desaparece, no quieren volver a ser detenido por una raza debil. Perséfone se ha mantenido callada, aislada de sus materias, fuera de si misma.

Jim la mira con tristeza, al igual que sus amigos. No pueden acercarse a preguntar, no deben interferir en el plan, pero verla sumergida en sus pensamientos no es algo bueno.

Su forma de vestir ha cambiado, las tonalidades azules o moradas fueron remplazados por oscuras, cubre su cabello con el gorro de un sueter enorme, así también evitan que vean sus nuevas marcas.

Gonmar ha decidido ver sus destreza con las armas, al igual que ha vuelto a entrenar. El cansancio regreso a su cuerpo, ya no es la misma.

— ¡Oye!

Voltea, ve a Jim acercarse. Abre grande los ojos antes de mirar a su alrededor, no hay nadie, solo ella, van directo a sus tumbas. Cierra el casillero, hace rato que terminaron las clases, corre.

Claire al ver aquello saca su bara e intenta crear un portal que no se activa. Suelta un quejido, guarda su arma. Están lejos de poder atraparla, al doblar la esquina choca con alguien siendo detenida en ese momento.

S

teve recibió el mensaje junto a Elías, así que entre todos la guiaron al callejón. Ahora está retenida, sujetada de los hombros, es humillante para una jefa de guerra.

— Ahora—dice Jim jadeante—, ¿qué sucede?

Baja la mirada, no quiere verlos, no de esta forma humillante.

— Ya sabemos que eres hija de Gonmar—dice Toby—. Ya no tienes que ocultarte.

Jim se acerca colocando el amuleto frente logrando mostrar su apariencia destrozada, sus ojos son rojizos y partes de la piel demuestra cicatrices.

— Toby—regaña Claire.

— Ya no tienes forma de escapar—dice Jim—, ¿Qué le has estado diciendo a Gonmar?

— Jim—susurra la azabache—, no deberías hablar de aquella forma, sabemos que fue torturada.

— ¡No!, Claire.

Jim está cansado de confiar en personas que terminan traicionando. No volverá a caer en palabras bonitas.

— Jimbo estás actuando extraño.


—No, solo ha estado jugando con nosotros, a estado trabajando para Gonmar.

— ¿Crees que yo quería? —ataca.

No pidió nacer, ser una herramienta que utilizan cada que le dé la gana.

— No pedí existir, jamás hubiera trabajado para Gonmar.

Su cabeza duele, las risas la confunden.

—No quería hacerte sentir...

— Unas disculpas o pena no ayuda—gruñe apartando a Steve.

Claire mira con furia a su pareja, al igual que sus dos amigos. Lleva la mano detras de la nuca y sonríe con timidez.

— No pedí nacer para ser una máquina asesina, no desee ser hija de Gonmar, menos de...—se acalla. No tiene permitido decir el nombre de su creadora, no debe traicionar.

Solía ocultarse cuando su aura se acercaba, se mantenía detrás de su hermano escuchando las excusas y reclamos que solos darle para que la dejaran entrenar.

—No sabíamos—susurra Jim.

— No queríamos lastimarte—dice Toby.

— El error ya la cometieron. Nunca confíe en los humanos, siempre me decían que son una raza corruptas que quería nuestras tierras.

El cielo se va tornando de un color oscuro, se asustan. Se suele pensar que los hechiceros pueden invitar su magia atraves del pensamiento o acciones, muy poco pueden hacerlo con sus emociones.

— Eres igual a aquellos que intentaron matarme de niña.

— Eso es mentira—dice Jim.

— Eso dices. Tú entraste a las tierras oscuras—señala—, y todo por un estupido bebé.

Jim baja la mirada, sus amigos se sienten culpables por todo, aún más por la fuerte declaración de Perséfone a sus planes.

Dos mundos (trollhunter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora