El suspenso es sus caricias, las lágrimas en sus ojos, sus labios definidos y mi deseo avorazado, destinan un tiempo sin ser fijado.
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El ocultaba galaxias que yo quería explorar, cegaba su mirada hacia la felicidad, se entorpecía ante la realidad y suspiraba a la soledad.
"JiMin, Park JiMin", repetía sin cesar, jugando con su nombre en mis labios, atesorando cada recuerdo que protagonizo él, sosteniendo mi mano en alto trace en el aire sus facciones sin arrebato, cantando a la vida y mirando al amor que cada día crecía, ese chico sin guía se pierde de la gran alegría que día a día venía.
Contando las horas sin mirar el tiempo, tocaba mis manos sin fuerza y desvelo, suspiré sin miedo por mi fraude interno. Hoy me sentía raro, me sentía fuera de mi, veían a mi mente flashes de memorias o recuerdos tal vez, pero uno en especial fue el que tenso mi piel.
Lo miraba de cerca para sentir su calor, como observaba cautivado su cuerpo en máximo esplendor, levante mi mano con cautela y tracé con alago sus esbeltos brazos, sentí sus músculos tensarse ante mi tacto y mirar sus ojos asombrando, ahí note lo que tanto ocultaba, la niña de sus ojos eran poseídas por extensas luces lumnicientes que alumbraban el lugar, extensas líneas negras se pintaban desde su garganta y se pedían en sus luceros. Impresionado ante el suceso, respire con calma y hable ante su complejo...
"Tu mente es tu mayor castigo, tu mente es tu peor enemigo, tú mente es un callejón vacío, en el cual solo abundan tus anhelos perdidos"
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