Los días pasaban y mi consciencia seguía repitiendo esa escena una y otra vez, como si quisiera que nunca la olvidara, como si quisiera mostrarme algo más, un sentimiento más profundo, un recuerdo perdido o una vida olvidada.
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Aquí me encontraba, de nuevo dentro de esta tienda, de nuevo siendo presionado ante la atenta mirada del chico, tratando de ignorarlo y viendo las repisas que con los días el polvo comenzaba a cubrir los pequeños frascos que se encontraban ahí. Escuchando como las pequeñas gotas de lluvia golpeteaban los ventanales del local y el petricor comenzaba interrumpir en mis fosas nasales relajándome brevemente. Tome un frasco que contenía una esencia iridiscente la cual llamó mi atención por su peculiaridad. Lo tome fuerte entre mis manos y caminé directo a mostrador, evitando que la pena me acomplejara, mire al chico directamente a los ojos, pero no pude contener que la sangre tiñera mis mejillas y mostrara lo vulnerable que era. Sus iris perforaron las mías causando que me perdiera totalmente en su mirar, sus ojos reflejaban galaxias preciosas con pequeñas estrellas destellando sin cesar. Contuve un suspiro en cuanto lo escuché aclarar su garganta y parpadear repetidamente, privándome de la maravilla contenida en su mirada.
-¿Piensas llevar solo eso?- Su voz desgarro mis oídos, temblores recorrieron mi cuerpo al escuchar la tonalidad de su voz, yo conocía esa voz, indudablemente la había escuchado. De nuevo la película de mi sueño se hizo presente en mi memoria, las palabras se desvanecieron de mi cabeza y mi habla era nula. Sin saber cómo responder, solo moví mi cabeza en forma de aceptación. - Así que... ¿eres mudo?- mi mente seguía sin conectar completamente con mis acciones y solo pude negar con la cabeza. -Bueno, pues serían 12.50, por favor- metí rápidamente la mano en el bolsillo trasero de mi pantalón y extendí la mano una vez que tube el billete entre mis dedos. -JungKook- mencionó mientras extendía el cambio hacia mi, lo mire sin comprender mientras recibía las monedas sobrantes y las sostenía con fuerza en la palma de mi mano. - Me llamó JungKook es un gusto volver a verte- sonrío con sencillez y amabilidad, mi corazón se acelero y sentí mi labio temblar sin saber que hacer.
-JiMin, Park JiMin- observe como su boca se extendía en una sonrisa aún más grande y asentía repetidamente mostrando una felicidad limpia e impasible.
-Pues mucho gusto JiMin, Park JiMin-
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