- ¡Hiroguel Week! -

- Estaciones del Año -

¿Por qué será que Miguel ama todo lo que el odia y odia todo lo que el ama? ¿Cómo siendo la perfecta representación de polos apuesto eran una relación funcional? Bueno, la teoría decía que los polos opuestos se atraen y el no debatía contra tal lógica. Pero aún así, ¿Acaso su relación no debería ser un perfecto desastre? Pero apesar de sus abismales diferencias en apariencia, gustos y personalidades, funcionaban: Discutían, reían, se jugaban bromas pesadas, tenía sexo, ocasionales citas, ataques de celos muy de vez en cuando, y un montón de etcéteras más que añadir a la lista de "Cosas que si no pasan en tu relación, algo va mal" por lo cual, nada iba del todo mal.

Pero esto era el colmo de los colmos

Primavera, el trimestre con un ascenso considerable de temperatura que va del mes de marzo, transcurre en abril y finaliza en mayo. Miguel adora primavera, la calidez que de esta brota y como esta estación era considerado uno lleno de felicidad y amor, simplemente se la pasaba cantando mucho sobre el amor y las flores. Hiro odia profundamente la primavera

Primero que nada; Hiro sufría un montón de alergias, entre las más destacables están su alergia al maní; que al consumirlo le hinchaba la garganta y su cara se torna roja, su voz se ponía ronca y la garganta le ardía al punto de que no era capaz de respirar, y se supone que es una alergia leve. Los jabones con perfumes fuertes; la piel de Hiro es "una jodida delicadeza", porqué así como a la vista es bonita su cuidado es una molestia, si no usaba jabón de avena o natural, su piel se ponía áspera y en vez de oler bien, estos dichosos jabones de fragancias le dejaban un olor a rancio, especialmente en las axilas. Y finalmente, su alergia mortal a las flores; no podía acercarle a ninguna flor porqué su polen le causaba estornudos descontrolados, su nariz y brazos se hinchaban y le salían ronchas rojas y pronto el cuerpo le picaba como si se hubiera bañado en polvo de pimienta, los ojos se le hinchan y empieza a llorar haciéndole imposible ver. La primavera ponía todas sus alergias en un complot mortal contra él. Los chocolates se vendían en masa, entre ellos los que traían maní por lo que era común encontrarlos en todos lados, chocolates con trozos de maní en el estante donde se supone que van sus preciadas gomitas de osos. Los jabones con olores florales por alguna razón se ponían en descuento y estaba en todos los estantes con promociones estúpidas como "jabón, velas y shampoo por solo la mitad de precio" idioteces así. Y finalmente, las flores se presentaban en todos lados, nacían y se reproducían como plaga, estaban en cualquier lado y a donde quiera que iba terminaba estornudando y obligándose a tomarse unas pastillas que lo atragantan

Otro punto para odiar primavera, era que era una temporada de marketing, ponían de todo en rebaja para esa temporada y verano. Promociones, música y ruido en todos lados. A las seis de la mañana lo levantaban el maldito anunciador en la camioneta que avisaba de descuentos absurdos. Un día incluso termino lanzando una bomba de electrochoques que se encargó de dañar la camioneta, bocinas y proporcionar una descarga eléctrica "suave" al conductor.

Y finalmente, la razón por la que más odia la primavera: todo el cochino amor en el aire.

No tenía nada contra las relaciones y las parejas y esas cosas ¡Por algo ésta de novio con Miguel! Pero diablos con los hormonales adolecentes de ahora ¿No saben cómo llegar a un hotel? ¿Les dibuja el camino en un mapa? Literal estaban empalagosos y azucarados por todos lados, rapartiendose besos, dándose las manos, lanzando halagos y coqueteos, y a un suspiro de tener sexo en cualquier sitio público. ¡Dios! ¿Acaso no había ni un poquito de respeto por los pobres soltero es que debía presenciar aquello? Claro, él no es soltero ¡Pero aún así! ¡Sean un poquito más reservados!

¡Dios, esto era un asco! Especialmente porque Miguel es un azucarado entusiasta de primavera

- ¡Buenas, buenas, mi flaco! - Miguel recibió el día con una brillante sonrisa dando un salto, saliendo de la cama para ir hasta la ventana y correr las cortinas, Hiro tomo la almohada donde anteriormente reposaba la cabeza de Miguel y la uso para cubrirse el rostro y soltar un gruñido -. ¡Chinito de mi corazón! ¡Muy buenos días!