— Odio México — anuncio Hiro de mala gana, pasando su antebrazo sobre su frente para secar el sudor que chorreaba de sus poros —. De verdad lo odio mucho — el cambio drástico de temperatura había sido un golpe brusco a su cuerpo, caminaba arrastrando la maleta mientras tras él va su robot blanco, siguendolo con pasos cortos pero seguros, atrayendo miradas de sorpresa y asombró de las personas a su alrededor ¿Que acaso nunca habían visto un robot médico personal?
— Hiro, me parece que tal vez no ha sido muy buena idea venir a México — hablo el robot levantando el brazo y el dedo índice, en su estómago aparecen unas imágenes del sol y lo que parece una representación de un cuerpo —. Tu cuerpo no está habituado a la exposición de sol y temperaturas mayores a veintitrés grados, por tanto le hace falta más agua y sombra — explico el robot —. Mi diagnóstico: deshidratación y acaloramiento — dedujo el robot después de su rápido escaneó, sacándole un gruñido a Hiro —. Mi recomendación es el consumo abundante de líquidos, uso de gorras para evitar el sol, y buscar un lugar fresco — Baymax detuvo a Hiro y tomo la mochila que lleva colgada sobre su hombro derecho para abrirla y buscar en su interior una gorra púrpura que había llevado para colocarsela a Hiro —. Lo mejor para esta exposición al sol, es que también apliquemos bloqueador solar — siguió hablando el robot cerrando el bolso de Hiro, aunque este ya no le prestaba atención, tenía su vista clavada en el mapa intentando identificar la ubicación de la residencia de Doña Ema, con la que había hablado vía correo para poder instalarse de manera temporal en el cuarto que rentaba.
Había elegido un pequeño pueblo sin urbanización para su ambicioso proyecto de sacar una microempresa adelanté, expandiéndose por el país y ahora internacionalmente. Tenía un local en New York y otro en Chicago, descontando el edificio central en San Fransokyo, había pensando extenderse más por su país, sin embargo, la idea de llevar sus innovaciones por un pequeño pueblo tan tradicionalista y pequeño para poder extenderse por México se le hizo emocionante. Para elegir por cual pueblo empezar buscó una página para selección aleatorias y está le votó por Santa Cecilia como mejor opción. Realizó una pequeña investigación sobre el ambiente rural que se presentaba, solo era un pueblo pequeño sin mayor atractivo que una plaza donde van mariachis a tocar y dónde anteriormente se hallaba la estatua de un cantautor fraudulento, luego de eso, Santa Cecilia como cualquier otro pueblo destacaba por su tradicionalismo y su fe católica
¡Qué lugar más idóneo para revolucionar México! Ya se podía ver en las noticias siendo toda una celebridad al haber traído toda clase de avance a un pueblo tan pequeño. Solo esto sería posible si sobrevivía al calor que lo derretía de apoco llevándolo a una posible locura por culpa de la ola de calor.
— Hiro, mira — señaló Baymax a un tumulto de gente en la plaza de la cual Hiro leyó tanto, así que de verdad tiraron la estatua de Eliot de Yoquese para poner un fuente. Muy bien —. He detectado una fuente de agua, ahí sería un buen lugar para refrescarse — afirmó el robot, ganándose una mirada de incredulidad de Hiro
— Baymax, no voy a beber o bañarme ahí — aseguro
— Eso sería antihigiénico y un posible generador de bacterias no deseadas a tu organismo — responde Baymax —. Recomiendo descansar ahí, además, a esos infantes parece no interesarles mucho — señaló nuevamente, Hiro dió una ojeada al lugar, notando unos pequeños jugando. Pudo distinguir a una niña con el cabello corto atado en dos colitas bajas lanzarle agua a un niño mientras reía y disfrutaban de lo lindo del día dentro de la fuente, sin zapatos y en el caso del niño con los pantalones arremangados, la pequeña dejaba que los extremos de su vestido se mojara mientras corría por el agua de la fuente, Hiro envidiaba su inocencia, si él no supiera de los millones de virus que probablemente contaminaban esa agua se lanzaría con gusto a la fuente a refrescarse un poco

ESTÁS LEYENDO
- ¡Hiroguel Week! -
Hayran Kurgu- ¡Chinito de mi corazón! ¡Muy buenos días! - ¡Maldita sea Miguel, son las seis de la mañana! ¡Cállate y sierra las cortinas! - ¡También te amo! - ¡Te odio! Personajes: Disney Historia: Yo Patrocinio: Team Anarquia/Editorial Barra de chocolate