CAPÍTULO 6

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Luke me miraba mientras comíamos, me sentía incomoda, que acababa de ocurrir, me había dicho que quería volver a ser parte de mi vida, que siempre me había amado, entonces ¿Por qué no volvió?, o sí, por su estúpida noviecita/ representante, sabía que esa chica no traería nada bueno, necesitaba pensar, ¿amaba yo aún Luke? ¿O solo era que estaba enamorada de los recuerdos?

-mami

-¿Qué Irli?

-ya no quiero- dijo apartando el plato

-oh, cariño, ¿por qué?, ¿no te gustaron?

-estoy llena

-está bien, déjalo, en un rato te ayudo a lavarte los dientes

-yo me encargo- Luke se levanto

-no tienes por qué- dije esperando que captara el sentido

Después de cenar, me senté en mi escritorio a revisar algunos expedientes de los pacientes, había demasiados papeles sin ordenar, así que me puse a acomodarlos, saque una carpeta y de ella salieron varias fotos y un papel, los tome eran fotos de mí con Luke y los chicos, me quede viéndolas un rato, tantas cosas que habíamos pasado, mientras más veía fotos de nosotros, más me sentía dudosa sobre que sentía por Luke, estaba empezando a sentirme como cuando era una adolescente que lo conocí, mi corazón se aceleraba, cada vez que pensaba en él y cuando estaba cerca necesitaba aire, pero no podía ser, no otra vez.

-No, no otra vez, esta vez no será, no puede ser

-¿Qué no puede ser?

-¿qué?- volteé y vi a Luke

-nada

-vamos, dime, por favor confía en mí

-nosotros, no puede ser

-¿eso crees?- me puso de pie y se me acerco, me tomo por la cintura

-sí- dije, pero no estaba segura de eso

-sabes que aún me amas, y yo a ti Arabel, ¿Por qué otra razón no te casaste?

-no Luke

-vamos- rozó sus labios con los míos, cerré mis ojos –te gusta, no te puedes resistir- me besó

-no puedo- intente decir

-sí puedes Arabel- siguió besándome, su mano se fue a mi espalda, jugó con el tirante de mi blusa, besó mi cuello

-Luke, no

-Ari, por favor, ya empecé

-no, aquí no, los niños

-oh, cierto- se alejó –estaré en mi habitación si me necesitas- beso la comisura de mis labios y se fue

Termine de acomodar todo, me pare y salí al jardín, me tendí en el césped, me quede viendo el cielo, azul, las flores crecían, cerré mis ojos y me quede dormida, desperté y me encontré con Luke a mi lado

-hola

-hola

-¿Qué tal la siesta?

-nada mal, ¿qué hora es?

-las 8

-¿Qué haces aquí?

-Irli

-¿qué paso está bien?

-sí, está bien, no te pongas histérica, quiere que le contemos una historia

-voy enseguida… espera dijiste “contemos”

Te fuiste y volviste; nunca te olvideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora