Una Dimensión Diferente 2 - Regreso a Berk

Reencuentro.

Desperté con un fuerte dolor en el cuerpo.

Ay... ¿Dónde estoy?

A mi al rededor sólo veía construcciones raras, eran... bueno, estoy segura de que no son de mi época.

Me fijé en mi vestimenta y...

Ay no. No no no no no. Por favor que no sea lo que estoy pensando.

Si no me equivoco ésto es... ¡No te pases! ¡ESTOY EN BERK! ¡OTRA VEZ!

Genial. Volveré a ver a Boom, y a Chimuelo, a Hipo y Astrid juntos. ¡Que feliz me siento! ¡Yupi!

Noten mi sarcasmo.

Me levanté del suelo y sacudí mi ropa, que al igual que la vez anterior, se vikinguizó. Si, se que eso no existe, pero supongamos que si.

Una falda de tela color marrón, una remera pegada al cuerpo color violeta, lo que parecía ser un pantalón, súper apretado pero abrigadito, unas botas de piel de algún animal con pelaje muy calientito, y una especie de abrigo, o chaleco, o lo que sea ésta cosa, también hecha con piel de algún animal. Y mi cabello (Que por cierto, ya me creció) está recogido en una trenza desprolija qué me llega hasta la espalda baja.

Comencé a caminar tratando de ubicarme, nunca le presté mucha atención a ésta película, y el no haberla visto desde hace cinco años no ayuda mucho.

En el camino choqué con alguien. Tenía una armadura súper rara y se cubría la cara con un casco mm... también raro.

Debía ser muy tonta como para no reconocerlo. Además, el furia nocturna que se asoma por detrás de él lo delata.

-¿Hipo? -¿ENCERIO LAUREN? ¡NO LO HAS VISTO EN CINCO AÑOS Y ES LO MEJOR QUE PUEDES DECIRLE?

-¿La-lauren? -Preguntó anonadado. No escuchaba muy bien su voz debido al casco que la opacaba. Pero sabía que era él.

-¡Hipo/Lauren! -Gritamos al mismo tiempo, sorprendidos. Me abalancé sobre él y lo abracé como no pude hacerlo durante cinco largos años.

-¿¡Qué haces aquí!? ¿No habías regresado a tu dimensión? -Me preguntó luego de separarnos. Yo me acerqué a Chimuelo y comencé a mimarlo y jugar con él.

-Pues, si regresé. Y no se cómo, no se por qué, pero de algún modo volví aquí, obviamente, y... -Me callé al recordar algo.- Oye... ¿Como te va con Astrid? -Pregunté y nos sumimos en un incómodo silencio.

-Pues... -Habló Hipo después de varios segundos.- Lauren, yo... Yo nunca estuve con Astrid después de que te fuiste.

Eso me sorprendió. En serio no me lo esperaba.

-¿Qué? ¿P-pero por que...? -Algo pesado cayó sobre mi interrumpiéndome.

Sentí algo áspero y mojado pasar por toda mi cara. Y vaya que sea lo que sea eso, apestaba.

-¿Boom? -Escuché la voz de Hipo.

-¿¡Qué!? ¿¡Boom!? -Chillé emocionada.

OH POR THOR.

¡BOOM! MI BEBÉ, MI HIJA.

-¡BOOM! ¡AMIGA, TE EXTRAÑÉ MUCHO! -Grité eufórica, abrazandola, cuando pude quitarme su baba de mi cara para verla mejor.

Había crecido bastante, y pensar que sólo tiene cinco añitos.

Yo e Hipo seguimos charlando un rato en el acantilado donde aparecí. Luego le pedí amablemente si me podía hacer un tour por el pueblo y él aceptó gustoso.

-Ésto es Berk, -Deja vú.- el secreto mejor guardado en ésta parte de... bueno, de todas partes. Sé que no parece mucho pero éste montículo de roca mojada oculta un par de sorpresas. -Me lanzó una mirada astuta.- Vivir aquí es increíble, aunque no tanto para los más sensibles. Mientras la mayoría de las personas tienen pasatiempos como tallar madera o tejer tapetes, nosotros preferímos algo a lo que nos gusta llamarle ¡Carreras de Dragones!