Una Dimensión Diferente 2 - Regreso a Berk

Reencuentro

Lauren

Como sabrán, los dragones nos llevaron a Hipo y a mi a la isla donde vivía Valka. Pasamos por los picos de hielo y nos arrojaron al piso, todo estaba oscuro y no podíamos ver nada. Hipo encendió su espada y con ella comenzó una especie de danza hipnotizante, debo admitir que hasta a mi me hizo efecto. Estábamos rodeados de distintos dragones. Yo me distraje viendo a cada uno de ellos, después de todo hacia cinco años que no veía dragones tan de cerca, en mi mundo ni siquiera existían los dragones. Estaba tan fascinada que olvidé todo lo que pasaba a mi alrededor.

No me habría dado cuenta de que Valka estaba acercándose a nosotros de no ser por Hipo, quien empezó a hacer demaciadas preguntas.

-¿Quién eres tú? ¿El ladrón de dragones? ¿Drago Mano Dura? ¿Al menos entiendes lo que estoy diciendo? -Valka no respondía nada de lo que Hipo preguntaba, caminaba en círculos al rededor de él, como analizándolo, tratando de reconocerlo. Golpeó el suelo con el bastón que tenía, e inmediatamente un dragón apareció y tiró a Chimuelo dentro del círculo de dragones que se había formado al rededor nuestro.

-¡Chimuelo! Oh amigo, todo está bien, tu tranquilo. -Hipo abrazo a Chimuelo como si hubieran estado separados por años, comenzó a revisar si no estaba herido mientras este le lamia la cara. -Me tenías preocupado.

Bueno, no veo a Boom. Solo espero que esté bien y no la encuentren. Espero que logre llegar hasta aquí sin problemas.

Los dragones comenzaron a abrir sus bocas y encender fuego dentro de ellas, iluminando el lugar. Valka comenzó a acercarse con algo de timidez y Chimuelo inmediatamente se puso a la defensiva.

Valka camino en cuatro patas hasta Chimuelo y con un simple movimiento de manos lo hizo caer al suelo. Su mano se deslizó por el cuerpo semi dormido de Chimuelo y finalmente llegó hasta la cara de Hipo, quien retrocedía poco a poco sin entender nada, dándome miradas confundidas de vez en cuando. Yo me mantenía algo alejada, quería darles su espacio. Él no lo sabe aún, pero este es un hermoso reencuentro madre e hijo.

La mano de Valka se paseo unos segundos por el rostro de Hipo, para finalmente detenerse en su cicatriz.

-¿Será verdad? -Retrocedió unos pasos, alejando su mano del mentón de Hipo. Dejó caer su máscara mostrando su expresión totalmente confundida e incrédula.- Después de todos estos años... ¿Cómo es posible...?

En la mirada de Hipo se notaba a kilómetros que no entendía nada.

-¿Ahh... Yo te... Yo te conozco?

-Ah no... Sólo eras un bebé. -Valka tenía una mirada llena de melancolía- Pero una madre no olvida jamás.

Hipo estaba hiperventilandose. Me miraba a mí y a su madre con una expresión de incredulidad y total sorpresa en su rostro.

-Sígueme.

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Narrador.

-¡Agh! Cabeza dura, ¡Igual a su madre! Si, Ella tampoco se estaba quieta. -Le decía Estoico a Bocón mientras ambos volaban en sus dragones buscando a Hipo y Lauren.

-Ah, tiene veinte años, ¡Y es un vikingo! No podría haber peor combinación. Además está con su novia. No te preocupes, en cualquier momento volverá a casa.

-¡Lauren no es su novia!

-¡Ja! Recuerda en los viejos tiempos lo obstinado y lo loco que eras. -La mirada de Bocón cambió a una de melancolía- Ah... No has cambiado nada en realidad.

Estoico suspiró.

-Ya sabes como es, no se dará por vencido. Y si Hipo encuentra a Drago antes de que lleguemos a él...