Ideas y acercamientos

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Lauren

[En la aldea.]

Ya estabamos acercandonos a la herrería, donde según Hipo encontraríamos a Estoico. Le comenté que de vez en cuando olvidaba ciertas cosas y decidimos actuar como si yo no supiera nada de sus vidas, solo en algunas ocaciones.

Pasamos junto a los dragones de Patán, Patapez y los gemelos con ellos montados, supongo que se sorprendieron al verme por que se desviaron un poco y casi hacen que Gothi caiga de la plataforma que sostiene su casa, ademas de asustar a sus pequeños dragones y hacer que todos se trepen en ella.

Llegamos a la herrería y bajamos de los dragones, Hipo iba encabezando nuestro pequeño grupo, le seguía Astrid y al final yo y los dragones.

Seguimos caminando tratando de encontrar a Estoico. Había mucha gente que se me quedaba mirando, supongo que no importaba mucho, pero podrían disimular un poquito más.

Al final lo encontramos junto a Bocón atendiendo a un montón de vikingos que formaban una fila que parecía interminable, en serio, era más larga que la fila que hacían mis compañeros de clase para preguntarle algo a la profesora en un exámen.

Como yo iba al final de todos no me vieron al principio, pero Estoico notó a Hipo y Astrid y dijo:

-Ahí está, el orgullo de Berk. -La gente que estaba en la fila vitoreó orgullosa de su futuro jefe.

-Quien finalmente llegó a trabajar.-Se metió Bocón, mirandolo con reproche.

-Lo se, lo siento. Me entretuve. -Se disculpó Hipo. Estoico y Bocón vieron que Astrid tenía el ceño fruncido y posteriormente me vieron a mi, que finalmente salí detrás de ellos.

-Ya veo por qué. -Dijo Bocón y Estoico le dió un codazo para después acercarse a saludarme.

-¡Lauren! Que sorpresa. No esperabamos que vinieras, la ultima vez te fuiste sin dejar rastro.

-Si, bueno. Es algo complicado de explicar, Hipo ya lo hizo y no le creyó nadie. -Ambos me miraron confundidos, después de una breve explicación para tratar de convencerlos de que mi dimensión si existía (Lo cual no dio resultado) Hipo sacó el tema de los cazadores.

-Oye pa, ¿Tienes un segundo?

-¿Hay algo que te mueres por decirme? -Preguntó emocionado.

-Bueno, espero no morir al decirlo...

-Antes de que sigan con su charla... -Los interrumpí.- Hipo, necesito hacer unas cosas. -Vi que tenía intenciones de replicar.- Es importante, no tardaré. Bocón, ¿Podría sacar unas cuantas cosas del taller? 

-Supongo que si. -Se encogió de hombros y siguió martillando los colmillos en la boca de un Pesadilla Mounstruosa.

-Bueno, leccion uno: La priorirad de su jefe es su pueblo. -Mientras Estoico e Hipo trataban de mantener una conversación yo me fuí rápidamente a otra de las habitaciones que habían por ahí con Boom detrás mío. Tengo un plan y espero que funcione. No quiero que nadie salga herido y si puedo evitarlo haré todo lo posible por que así sea.

Puse las cosas mas ligeras en una bolsa improvisada y las colgué en mi espalda como un saco. Fuí rápidamente a la casa de Hipo y entré a la que antes era mi habitación, encontrandolo todo intacto.

-Bueno, es una suerte para mi.

Al final no resultó de mucha ayuda. No todo que necesitaba se encontraba allí y la ropa me quedaba chica. Guardé lo poco que me servía en la bolsa y la dejé a un lado junto con mi martillo que estaba bajo mi cama. Me dirijí a la habitación de Hipo a buscar ropa, me puse unos pantalones marrones y una especie de sweater azul holgado, me quede con mis botas y recogí todo mi pelo una trenza mal hecha ya que estaba apurada.

Una Dimensión Diferente 2 - Regreso a BerkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora