--Serendipity--

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Kim Taehyung.

Vivir en Daegu le otorgaba una perspectiva de la vida diferente a la de muchas personas, la vida era tranquila y simple.

Trabajaba en una panadería junto a su mejor amigo Jimin, ambos deseaban más que aquella tranquilidad que Daegu les podía ofrecer, trabajaban duro para al final de mes mudarse por fin a Seúl la gran capital, ansiaban una vida llena de excentricidades, aventuras y emoción, días antes habían viajado para ver el departamento donde se alojarían, antes de eso habían visitado Seúl un par de veces, la primera vez se quedaron cerca de cuatro días,  vieron escuelas, taehyung estaba interesado en la universidad de Seúl ya que poseía una gran cantidad de ofertas,recorrieron casi toda la capital , desde ese día todo había cambiado.

Los primeros días le echaba la culpa al viaje, era la primera vez que salía de Daegu parecia normal, pero luego empezó a preocuparse, se sentía cansado, tenía pesadillas y diario despertaba sudando por las noches.

Los pasillos eran largos, las salas eran extensas y los tapices eran preciosos, mi familia se encontraba ahí para celebrar el cumpleaños número 18 del hijo mayor del rey, un hijo que recientemente había sido reconocido, sus hermanos no estaban contentos ya que al ser mayor paso de ser un hijo bastardo al primero en la lista de sucesión.

La primera vez que me tope con el fue en la entrada a la gran fiesta, mi familia al ser de clase noble baja intentaba lograr los méritos posibles.

Fije los ojos en su rojiza cabellera, podía ver su hermosa sonrisa, sin embargo nunca podía ver su cara por completo.

Despertó, con la frente sudada y lágrimas en los ojos, su mente jugaba con el nuevamente, anotó en una libreta todo lo que había pasado en su sueño, sabía que al despertar no recordaría nada solo tendría en si el sentimiento de vacío en su pecho, el sentimiento de que todo el tiempo, a cada paso le hacía falta algo.

Siempre estaba buscando a alguien, aunque aún no sabía a quien.

Lo descubriría, estaba seguro que lo haría, su libreta lo ayudaría y ahora, tenía más ganas de viajar a Seúl, según el todo había empezado ahí y por ende todo tenían que terminar ahí. 

No pudo volver a dormir esa noche, la melancolía que le provocaban esos sueños era la necesaria para permanecer despierto, se acomodo junto a su ventana a mirar la luna y las estrellas,  recordando esa sonrisa, ansiaba descubrir quién era el dueño de ella o al menos descubrir porque aparecía en sus sueños tal príncipe en su caballo blanco.

Debería alertarse por pensar así de un hombre que no conocía o al menos no recordaba del todo, su sexualidad era algo que no le preocupaba, había aceptado gustar de hombre hacia ya un tiempo, pocos Lo sabían y el prefería dejarlo así.

Sin darse cuenta amaneció y otro día lo esperaba, se ducho y camino por las frías calles de Daegu, el invierno era uno de los más helados que le había tocado vivir, dobló en una intersección y espero, al final de la calle vivía Jimin lo recogería para ir juntos a la panadería,  le preocupaba la salud de su amigo, se exigía demasiado, detestaba la vida en Daegu más que cualquier otra persona, contaba cada día para partir de ahí, trabajaba turnos extras y montaba coreografías para aficionados buscando tener más  ingresos.

--Tae despertaste temprano--

--no pude dormir--

--¿Otra vez esa historia en tu cabeza?--

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