CAPITULO 19

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El reloj sobre la mesa de noche al lado de mi cama marcaba las 7:00 a.m, por fin! lo mire de mala gana preguntándome porque las noches parecían mas largas que las mañanas, deje el libro 'sobre quileutes y los ancestros' sobre el escritorio de mi habitación, libro que había estado leyendo desde que había subido a mi habitación luego de la charla con mi padre y que de por sí ya era la quinta vez que lo leía, me dirigí al baño odiando desde ya el día al que me tendría que enfrentar en las próximas horas. Salí de la ducha quince minutos más tarde preguntándome porque mis males parecían juntarse todos a la vez, pues por más que moví la perilla de la ducha esta no se calentó obligándome a bañarme con el agua helada, luego de diez minutos me encontré evaluando mi imagen frente al espejo de mi habitación, preguntándome si mi camiseta ancha y blanca, jeans ajustados y desgastados negros y mis botas timberland eran un buen atuendo, suspiré rindiéndome para luego tomar mi morral y bajar a la cocina.

 Salí de la ducha quince minutos más tarde preguntándome porque mis males parecían juntarse todos a la vez, pues por más que moví la perilla de la ducha esta no se calentó obligándome a bañarme con el agua helada, luego de diez minutos me encontré...

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- ¿Dónde esta papá? – pregunte al aparecer en la cocina y encontrar a mi madre sola haciendo el desayuno.

-amor, pues en el trabajo ¿a que horas es tu primera clase? – me pregunto llegando a mi lado en el lugar de la mesa en el que me había sentado para poner frente a mi un plato de pancakes.

-a las diez. ¿saldrás hoy? – le pregunte llevándome un trozo de pancake a la boca.

-sí, club de lectura. Ya sabes. – dijo mi madre sentándose a mi lado con un plato.

El resto del desayuno se resumió en mi quejándome de lo incomodo que sería llegar a una nueva universidad y en mi madre diciéndome cada minuto que dejara de quejarme y comiera rápido o de lo contrario llegaría tarde a clase. En cuanto me subí en el auto de mi madre suspiré resignada mientras ponía el carro en marcha, consciente de que debía enfrentarme al resto de mi día sola y maldiciendo el hecho de que Louisa, Anna y yo tuviéramos diferentes horarios y no pudiera contar con su compañía en todo el día pues Louisa tenía clase después de las cuatro de la tarde y Anna había tenido clase a las seis de la mañana.

Odiaba los primeros días de clase, si no fuera por mis padres habría invernado en mi habitación toda la primera semana del semestre puesto que de lo único que hablaban los profesores era acerca de su método de enseñanza y de evaluación además de dejar en claro las fechas de entregas de trabajo y exámenes, como si eso ya no lo pudiera ver en la página institucional, suspire aburrida mirando el reloj sobre la pared que había detrás del profesor,  este marcaba las 11:30 de la mañana ¿en serio llevaba una hora y media hablando de eso? Me giré por instinto al percibir la mirada de alguien sobre mí, en una silla a mi derecha un chico rubio me miraba con atención me sonrió cuando nuestros ojos se encontraron yo le sonreí de igual modo para luego fingir que le prestaba atención de nuevo a mi profesor de 'historia del derecho'

-hola ¿estabas acá el semestre pasado? – me pregunto el chico rubio que me había saludado antes sentándose frente a mi en la mesa de la cafetería.

The Mermaid And The Wolf ~Paul Lahote~ |Libro 3| de la serie 'Improntas'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora