nueve

1.8K 187 96
                                    

"No estoy solo. Esas dos pastas, esas cien hojas en blanco, junto con aquel lápiz me acompañan".

Freddy solía pensar eso, antes de conocer a Fred.
Desde que tenía memoria le gustaba dibujar,

Cuando conoció al azabache creyó que se llevarían pésimo. Pues el mayor era muy trocho y había llegado a arrugar algunos de sus dibujos, no intencionalmente.

Fred se volvió cuidadoso, su meta era ser amigo del ojiazul. Era todo lo que quería, al mayor le agradaban todos esos artículos de oficina, aun que no tanto como al castaño.

Cuanto cambio la vida de Freddy al encontrarse esa tarde en el parque con Fred.





















Despertó. Abrió los ojos, giro ligeramente su cabeza encontrándose con una mano pálida que rodeaba su cintura.
Y el cabello del azabache caia lacio por el hombro del ojiazul.

Sonrió pata si mismo y beso la frente de su contrario.

-- Buenos Días. -- dijo con voz suave --

El azabache etre abrió los ojos y miro a su castaño favorito, sonrió.

Este día. Era el de su boda.

Todo estaba listo, los invitados estaban en el salón. La ceremonia de casamiento había terminado ahora solo quedaba festejar.

Cada invitado se encontraba en su respectiva mesa, conversando. Unos otros iban llegando con regalos y algunos niños jugaban por la pista de baile.

Nadie había visto a los novios desde la ceremonia de casamiento.
A pesar de que inclusive el balls iba a comenzar.
L

a música resonaba por el salón con luces que se paseaban por este mismo, los globos con helio topaban en el techo, y los niños imposiblemente trataban de alcanzarlos.

Todo se detuvo. Las personas callaron al ver pasar por el centro de la pista de baile al novio de traje negro. Los niños que jugaban ahí fueron a sentarse en una orilla observando todo con sorpresa. El azabache caminaba imponente por la pista hasta llegar al centro de esta misma.

Todos lo miraban esperando a que hiciera algo, lo único que se le vio hacer fue levantar el rostro hacia la entrada, donde todos dirigieron la mirada para encontrarse con un moreno de traje blanco, cabello recogido con adornos de flores esparcidas por este mismo.

La música comenzó a sonar en el lugar.

El piano resonaba suave entre los invitados quienes miraban conmovidos la escena.

"Es poco decir, que eres mi luz. Mi cuelo, mi otra mitad. ".

El castaño comenzó a avanzar de manera lenta, girando hasta llegar a los brazos de su amado esposo.

"Es poco decir que daría la vida por tu amor y aun más ".

Se tomaron de las manos. Y comenzaron una pequeña coreografía que habían preparado para el inicio de la tonada de fondo.

"Ya no me alcanzan las palabras, no. Para explicarte lo que siento yo, y todo lo que vas causando en mí. "

El baile continuo, hasta que estos dos terminaron abrazados dando ligeros pasos de derecha a izquierda.

"Lo Blanco y negro se vuelve color, y todo es dulce cuando está en tu voz, y si nace de ti, Te voy a amar y hacerte sentir que cada día yo te vivió a elegir "

Fred susurraba la canción el odio de Freddy, y este mismo no podía escuchar nada mas que la calida voz de su acompañante.

"Por que me das, tu amor sin medir, Quero vivir la vida entera junto a ti".

Un momento algo corto instrumental comenzó antes de que el cantante hiciera presencia de nuevo.

"Es poco decir, que soy quien te cuida como ángel guardián. Es poco decir, que en un beso tuyo siempre encuentro mi paz. Ya no me alcanzan las palabras, no. Para explicarte lo que siento yo, y todo lo que vas causando en mi "

Continuaba la tonada, algunos sonreían sin darse cuenta, otros cantaban la tonada al reconocer la pista.
Los niños extrañamente tranquilos observaban a la pareja, quienes robaban toda la atención de lugar.

"Lo Blanco y negro se vuelve color, y todo es dulce cuando esta en tu voz. Y si nace de ti, Te voy a amar, y hacerte sentir que cada día yo te vuelve a elegir ".

Las lágrimas no tardaban en posarse sobre las mejillas del castaño, quien no entraba en su emoción.
Las madres de estos dos tampoco eran la excepción.
Contemplaban la escena con ternura y lágrimas callando por sus suaves mejillas.

"Por qué me das, tus amor sin medir. Quiero vivir la vida entera, junto a ti. "

Otra pausa instrumental.
Y el cantante vuelve a entrar, al igual que los susurros de Fred los cuales se detenían de vez en cuando para posar sus labios en las mejillas de su pequeño.

"Te voy a amar, y hacerte sentir que cada día yo te vuelvo a elegir. Por qué me das (por qué me das) Tu amor sin medir, quiero vivir la vida entera junto a ti. Ehh vivir ohh vivir la vida entera ( junto a ti ) Por qué me das, tu amor sin medir. Quiero vivir la vida entera, junto a ti.... ".

La canción estaba por terminar, los recién casada se separaron poco del abrazo mirándose fijamente a los ojos, donde Fred comenzaba.

"Es poco decir que un beso tuyo siempre encontró mi paz... ".

La tonada terminó con los labios de estos chicos unidos. Se separaron lentamente, Fred limpio con sus largos dedos las lágrimas que caían cálidas por las mejillas del chico.

Todos aplaudieron. Los demás balls típicos de bodas comenzaron, bailaron con los padres. Amigos, familiares.
Incluso el típico
"baile del billete".
La cena comenzó, los novios eran felicitados por todo aquel con el que se cruzaran.

Y los bailes continuaban.
Entre baile y baile, el castaño y el azabache no dejaban intercambiar miradas de complicidad, esperando con ansias "La noche de bodas, y la Luna de Miel".

El ambiente era cálido. Todos se veían felices.
No podía ser mejor.

Mi cuaderno favorito (Freddedy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora