Sería poco honesto decir que no estaba nervioso. Hacía siglos que no iba al Olimpo, he ir de la mano del esposo de otro dios, y que ese dios fuera Jin, era un poco terrorífico. Más, si se tenía en cuenta que el chico estaba decidido a tener la nulidad de su matrimonio, y no iba a aceptar un no por respuesta.
—Voy a arrancarle los ojos si no cancela mi casamiento.
Le había dicho Jin horas antes, y si bien le pareció un poco adorable lo decido que él estaba por casarse con él, ahora que estaban en las doradas verjas del Olimpo y caminaban por la plaza central, hacia la sala de reuniones, no era tan adorable.
Era más que nada terrorífico. Y no era el único que lo pensaba así, cuando dioses menores que vivían en la villa alrededor del Palacio del Olimpo, lo veían asustados y salían corriendo.
El Palacio lucía exactamente como lo recordaba. Altas columnas blancas a juego con pisos de mármol y techos pintados en vivos colores con escenas de los sucesos que los llevaron a ellos a gobernar el mundo.
La decoración era cargada y exquisita, mezclando lo clásico griego, con el lujo europeo típico del período del imperialismo. Con cuadros en marcos dorados, pintados por humanos, sobre los propios dioses y hasta de alguna que otra criatura mitológica.
Se quedó por un tiempo viendo el de él y Perséfone, y cuando Jin lo notó, con un mohín y un chasquido de dedos, lo prendió fuego.
—Eres un celoso de primera.
—Yo inventé ese sentimiento.
Yoongi no dice nada, porque es muy factible que así hubiera sido. Con una sonrisa, reemplaza el cuadro que antes estaba, por uno brillante de Anteros, en sus años de esplendor. Jin le sonríe, y todo lo atemorizante que se veía desde que llegaron al Olimpo desaparece y es reemplazado por un aura cargada de amor y ternura.
Desde las puertas de la sala, una mujer alta e imponente, de mirada sabia y fuerte aparece. Luciendo unos jeans negros ajustados con zapatos de tacón, una remera con un estampado de una famosa banda de rock and roll de los ochenta y chaqueta de cuero negra con tachas. El pelo castaño caía hasta sus hombros, y estaba rapado de un lado de su cabeza, dejando ver el tatuaje de un búho en su cuello y una oreja perforada con más de un piercing.
—La sesión va a comenzar pronto para discutir su caso, solo falta que llegue Hermes.
—Te seguimos. —le responde a Atenea, que sin más, se da media vuelta y vuelve a ingresar a la sala.
—Este es un mal momento para recordar que más de la mitad de los dioses me detesta. —dice Jin, de repente nervioso.
—Estoy seguro que ellos me odian más a mi.
Jin le sonríe trémulamente, apretando su mano entre las suyas.
—Tú no hiciste nada para eso. En cambio yo...
—No te eches atrás, Seokjin. Ya mandé a construir tu trono.
— ¿A juego con mi corona?
—Faltaba más.
Renovado con entusiasmo, el pelirosa es quien lidera su caminata hasta la sala, en dónde en una mesa redonda y amplia, se encuentran todos los dioses reunidos luego de siglos.
Sin separarse, Yoongi hace que silla que era de Jin, se moviera a un lado de la propia, y ambos se sientan bajo la atenta mirada de los demás.
—Bienvenidos. Después de tanto tiempo, todos reunidos. —dice Zeus, luciendo como desde el principio de los tiempos, como un hombre de treinta y pico, con larga barba castaña clara y pelo un poco rubio, largo hasta los hombros.—La reunión fue pedida por mi hermano, Hades. Así que le cedo la palabra.
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• Garden of Loneliness • | AU Greek Gods #1《Yoonjin/Sujin》[FINALIZADA]
FanfictionJin es el dios de la sexualidad y el erotismo, por lo que ponerlo en un viaje alrededor del mundo, con el dios del Inframundo, que es frío y parece inmune a sus encantos, no es una buena idea. Más, cuando Yoongi, cada dos frases, promete asesinar a...