Capitulo 17

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Estire mis brazos por encima de mi cabeza y los apoye sobre la almohada. Parpadee unas cuantas veces intentando que mis ojos se acostumbraran a la luz que ingresaba a la habitación. Junto a mi cama, en la pequeña mesa, se encontraba mi teléfono celular. Presione la pantalla para desbloquearla y mis ojos se abrieron. Cuatro llamadas perdidas de Ashton y un mensaje de su parte. Me detuve a leer el mensaje antes de levantarme de mi cama.

“Estamos planeando la salida de esta noche. Quiero verte.”

¿La salida de esta noche? ¿De qué habla?

Observe la pantalla unos segundos. Había dormido bastante, las once de la mañana y yo continuaba acostada, me senté cuando observe la fecha: Veinticinco de enero.

Mi cabeza volteo hasta la cama de mi mejor amigo. El moreno mantenía sus ojos sellados, parecía mucho más joven y por un momento envidie su increíble paz a la hora de dormir.

Corrí hacia su cama y comencé a saltar encima de su colchón, mientras su cuerpo se movía lentamente de arriba a bajo.

- Feliz cumpleaños, terroncito de azúcar – Grite cantarina mientras continuaba saltando.

- Maldición, ____________ – Cubrió su rostro con la almohada – ¿Podrías tan solo felicitarme cuando sea de día? – Gruño entre dientes.

- Oh vamos, ya es casi mediodía, deberás levantarte gruñón – Deje caer mi cuerpo sobre el suyo, aplastándolo con todo mi peso.

Cuando comencé a pensar que Calum dejaría escapar algún insulto, me sorprendió volteando hasta que su cuerpo quedara sobre el mío y sus manos se movieron por mi estomago provocando que fuertes carcajadas escaparan de mis labios.

- Ya, Cal, por.. favor, detente – Mi respiración estaba agitada y las palabras me salían entre suspiros.

Calum se acerco hasta mi rostro y deposito un dulce beso sobre mi frente – Te quiero, renacuajo – Menciono antes de alejarse de mí.

Fue hasta el pequeño armario donde ambos guardábamos nuestras prendas. Tomo unos jeans negros y una remera blanca. Mientras mi amigo se vestía, cubrí mi cuerpo con las sabanas de su cama y cerré por unos minutos mis ojos, no esperaba dormir, solo descansar unos segundos.

El molesto golpeteo de la puerta hizo que mis ojos se abrieran abruptamente. El reloj analógico que colgaba sobre la pared marcaba las tres de la tarde. No puede evitar soltar una maldición. Refregué las manos sobre mis ojos intentado despabilarme.

- Pase – Grite sin ánimos de moverme de la cálida cama. Cubrí mi rostro con la almohada donde antes descansaba mi cabeza. Seguramente mi cabello era un completo desastre y no me hacía feliz la idea de que alguien pudiera verme así.

- Lamento haberte despertado – Su voz calma me sorprendió. Moví un poco la almohada que me cubría hasta cruzar mis ojos con los suyos. Su mirada grisácea parecía penetrarme. No había escuchado su voz en los últimos días y sin dudas no esperaba que el fuera la persona tras la puerta.

- Descuida, me has hecho un favor – Mi voz suena ronca y aclaro mi garganta intentando recuperar mi tono habitual – ¿Qué necesitas?

- Solo quería.. – Rasco nerviosamente su nuca – ¿Disculparme? – Menciono dubitativo – He estado algo alterado estas semanas y me la agarre contigo, realmente lo siento.

- Descuida, para mi tampoco fue fácil esta semana. Estoy demasiado susceptible – Sentí el peso de su cuerpo sobre el colchón y luego ambos nos fundimos en un cálido abrazo.

- ¿Qué sucedió ayer en mi habitación? – Cuestionó alzando ambas cejas y en un tono juguetón.

- Bebí, lloré y por alguna razón termine buscando a Irwin – Dije ocultando mi rostro entre la almohada, completamente avergonzada por lo sucedido.

Heart's on Fire [Ashton Irwin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora