Capitulo 9

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Me agradaba la chica que se reflejaba en el espejo. Aparentaba tener esa seguridad que escaseaba en mi interior.

Mi cabello se encontraba recogido, el maquillaje era el justo y necesario, y mi vestido lucía a la perfección. Buscaba por la habitación los tacones negros cuando el timbre hizo que me sobresaltara.

Descalza corrí hacia la puerta. Estaba demasiado apresurada, sólo faltaban veinte minutos para las siete y aún debía pasar por Ian.

Encontré su característica sonrisa y ojos brillantes tras la puerta. Portaba un traje negro que parecía hecho a medida, debajo una camisa blanca con todos sus botones abrochados, sin corbata y zapatos de cuero negro. Clásico pero le quedaba verdaderamente perfecto, parecía un príncipe sacado de un cuento.

Aparto una de sus manos que tenía tras la espalda y la extendió hacía mí entregándome una rosa blanca sin espinas.

- Creí que sería poco caballero de mi parte dejar que me pasaras a buscar – Habló con su pasivo tono – La rosa solo es un detalle, aunque no se iguala con tu belleza.

- Oh gracias por los piropos baratos – Dije irónica y deposite un fugaz beso en su mejilla.

- ¿Nos vamos? – Preguntó colocando su brazo en jarra para que entrelazara el mio con el suyo.

- Debo colocarme los tacones y buscar mi bolso, no tardaré – Volví hacia mi habitación en busca de lo que me faltaba.

Las puertas del ascensor se abrieron accediéndonos a salir. Me despedí del portero que estaba leyendo el periódico tras su escritorio y abrí de par en par las puertas de vidrio.

Mi ceño se frunció al ver hacia donde se dirigía Ian. Mis ojos observaban con asco la motocicleta harley davidson 883 negra estacionada sobre la vereda.

- Ni en un millón de años me subo a esa cajón con ruedas con destino al cementerio – Moví mi cabeza de lado a lado con efusividad. Ian ya se encontraba sentado con las manos en el manubrio mientras sostenía el casco.

- Siempre puedes ir caminando – Me dijo sin interés alguno.

- Oh vamos, esta noche y sólo por esta noche eres mi pareja, tomemos un taxi – Suplique acercándome hasta él.

- ¿Quién es el afortunado al cual deseas causarle celos con mi presencia? – Dijo muy seguro de que lo estaba utilizando. Odiaba que sea tan acertado. De una extraña forma sentía que se podía meter en mi cabeza y hurgar hasta en el mas profundo de mis pensamientos.

- Al futuro esposo – Mencione escupiendo cada palabra. Por un momento se me ocurrió negar toda posibilidad de que mis intenciones fuesen causar celos en alguien, pero sabría que de nada me serviría ya que Ian siempre descifraba lo que pasaba por mi mente.

Él dejo escapar una pequeña risa – Será una noche interesante.

Esperamos hasta que el taxi llegara y le entregue la dirección del lujoso salón.

(...)

Al ingresar el armoniosa sonido de los violines deleito mis oídos. Un muchacho de smoking nos recibió en la puerta y nos indico el numero de mesa. La luz del salón era tenue ya que en el centro de cada mesa habían instalado decoraciones iluminadas de diversos colores. La elegancia era absoluta. Piso de mármol, paredes en un color crema y el techo de madera. Había grandes ventanales que permitían visualizar un jardín, éste parecía contener una bella fuente iluminada por faroles y un par de bancas.

Heart's on Fire [Ashton Irwin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora