Capítulo 1

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Sus ojos se elevaron al techo en busca de sosiego. Sinceramente estaba cansado, agotado, por no decir, hastiado de esta situación. Siempre era lo mismo con su tía, siempre estaba tratando de meterle a alguien por los ojos, siempre tenía a la candidata idónea...y últimamente se había aferrado a cierta señorita de sociedad que era, "según ella" un manojo de virtudes imposibles de igualar, y por lo tanto, hacía lo imposible para meterle hasta en la sopa...

Lo único que había logrado con esto, es que él se alejara de la mansión como si estuviera en cuarentena... Agitó la cabeza con molestia.

¿Es que acaso no le bastaba con tenerlo a él como víctima? Por lo visto ¡no!

Ahora había puesto sus instintos criminalmente casamenteros sobre otro par de víctimas...

¡Y había llegado a esto! ¡Precisamente, a esto! ¡Era demasiado!

Podría soportar con estoica calma que le hablara de las responsabilidades que su futura esposa debería tener como si aun fuera un niño, incluso que de cuando en cuando le hablara de su inigualable candidata para ocupar tan alto cargo.

¿Pero esto? ¿Esto? ¡NO!

Dio un sorbo rápido a su copa tratando de apaciguar la ira asesina que corría por sus venas...

Si hasta había tenido que soportar un par de cenas eternas y charlas sin sentido con la susodicha...

¿Pero esto? ¿Esto? ¡NO!

Esto era inconcebible...era abominable...era insoportable....esto iba más allá de la razón, más allá de sus límites.

Se pasó la mano por los cortos cabellos rubios, tratando de despejarse la mente...pero no podía...

¿De dónde había sacado semejante disparate? ¿Semejante insensatez?

Apretó los puños con fuerza. No lo permitiría. ¡Sobre su cadáver!

A su mente regresaron como dagas las palabras de su tía...

"...

-Quiero organizar un baile el próximo mes para invitar a algunas jovencitas de buena cuna para que Archivald las conozca. – había dicho sin rodeos.

-Archie, tiene novia, tía...- le recordó áspero mientras despegaba los ojos del documento que estaba terminando de revisar en la biblioteca.

-Me gustaría que Archivald tuviera más opciones de donde escoger a su futura esposa...no me gusta mucho esa señorita Britter...- añadió imperiosa la anciana.

Lo alejaría a como diera lugar de esa niña de dudosa procedencia, incluso estaba pensando que si el baile no daba resultado lo enviaría a pasar una temporada es Escocia...todo, con tal de alejarlo de esa mosquita muerta...por algo a Elisa no le caía bien...más le valía no hacer caso omiso a estas sutiles advertencias.

-¿Y qué es lo que no le gusta de ella?- Albert se limitó a mirarla dejando a un lado el documento y preparándose para su respuesta. Seguro tenía que ver con sus raíces.

-Pues...su procedencia – lo miró altiva.

Albert arqueó una ceja, conocía demasiado bien a su tía.

-A Archie eso no le importa. – sus palabras eran claras y demasiado bien gesticuladas, como para no darse cuenta que el comentario de su tía le había molestado.

-Pero a mí, sí, y mientras yo viva, ninguna muchacha que venga de un asilo de niños se emparentará con nosotros. - el desprecio en sus palabras no pasó desapercibida por Albert. – Ya bastante tenemos con haber adoptado a Candice como para soportar que Archie profundice una relación con alguien...como ella. – terminó con repulsión.

EN CONTRA CORRIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora