2

39 1 0
                                    

*Stacey año 1888

Hoy es un día hermoso y tranquilo... Tal parece que el Señor esta de muy buen humor. Últimamente he notado que el cielo está lleno de nubes con formas distintas, pero las que más me han impresionado son las que tienen forma de alas. No niego que se ven hermosas y a muchísimas personas les impresiona eso, pero eso no quita que me parezca extraño.

Estoy cuidando a un pequeño de 2 años, juega con sus padres, me impresiona la atención, amor y cariño con lo que sus padres lo observan jugar. Lo disfrutan tanto; a veces me pregunto que se sentirá tener una madre y un padre humanos, creo que sería interesante. Aunque jamás podré averiguar que se sentirá o que sensaciones provoca, me lo imagino. Cuando veo a esos pequeños jugar con sus padres me imagino que soy yo la que juega, soy yo la que hace reír a esos padres. Después pienso en mi gran Padre y se me pasa rápidamente. Él es alguien magnifico, me ha enseñado tanto en todo este tiempo. Me gusta la forma en que nos da esos amaneceres, atardeceres, y las noches.

Me distraigo tanto en mis pensamientos que no me doy cuenta de que Carter, el niño al que custodio hoy, se ha caído. Su mamá lo alcanza y lo abraza fuertemente mientras le canta y él empieza a llorar demasiado, en mí solo queda una cosa.

-''Amala, cuídala, ella será lo más importante en tu vida... Demuéstrale que eres lo grande que ella cree que eres. Mira cómo te cuida, mira cómo te canta para que te calmes; en ti queda sólo amarla''

Ellos empiezan a reírse y Carter le dice a su mamá que la ama y así se acaba mi día. 

***

Veo como Karla va corriendo como siempre y gritando para que todos se muevan.

- ¿A dónde vas Karla? - Digo a punto de reírme.

-Te estaba buscando.

- ¿Para qué?

-Haces muchas preguntas ¿Estás cansada de caminar?

-Pues todo el día estuve de píe ¿por qué?

-Por qué vas a tener que volar, llevamos prisa.

-Primero dime que está pasando.

-No, no hay tiempo.

-Para todo hay tiempo.

-Bien, es algo que siempre has querido y me has pedido.

Inmediatamente despliego mis alas pensando en que veré a mi padre y nos echamos a volar juntas, pero mientras yo pienso en dirigirme a la Sala del Trono Mayor ella se dirige a otro lado y eso me saca de mis pensamientos.

- ¿A dónde vas? - Digo frenándome.

-Pues a tu sorpresa ¿por qué te detienes? Tenemos que apresurarnos, sino te lo vas a perder.

-Pero pensé que me llevarías con nuestro padre. - Me quedo mirando en dirección al trono con añoranza.

- ¿Estás loca? Puedo concederte todo tipo de deseos menos ese, sabes que solo un serafín y el consejo pueden entrar a su presencia.

-Bueno, entonces vamos anda corre.

-Algo mejor... Vuela.

Nos empezamos a reír por la metáfora tonta usada, pero eso hacemos. Volamos rápidamente, llegamos a la parte de salida del paraíso y siento una brisa potente que me arrastra a salir, pero sigo sin entender que hacemos aquí.

-Karla ¿Qué hacemos aquí?

-Esperando.

- ¡Hola! - Dice muy entusiasta Emy.

-Hola - Dice muy tímida Bethany.

- ¿Qué hacen aquí?

-Pareciera que no te da gusto vernos -Dice Daniell y es que apenas veo que ha llegado donde estamos, y al mirarlo a los ojos, siento el sonrojo que sube desde mi cuello a mis mejillas.

- Pero ¿qué dicen? Todos adoran verme - Dice Xavier riéndose.

-Yo ya no entiendo- Les digo extrañada y miro a Karla para que me dé una explicación.

-Vamos a ir a la tierra... ¿Lista?

Y yo ya no sé qué hacer, si emocionarme o asustarme por si puede haber consecuencias.

-No habrá consecuencias, cálmate. - Dice Daniell leyendo mis pensamientos.

- ¿Cómo lo sabes? - Pregunto sintiendo ese imán en mi estómago, eso es tan extraño.

-Pedí los permisos correspondientes, así que relájate. - Dice Xavier tratando de calmarme.

- ¿Y qué haremos allá?

-Yo iré a ver a mi humana, tú solo quieres ver como se relacionan todos. - Dice Daniell con un destello extraño en su mirada.

- ¿Tu humana? - Suena raro que hable así de ella.

-Larga historia, pero eso es irrelevante para ustedes ¿Nos vamos?

Todos me miran expectantes y yo me muero de nervios...

-Vamos.

Y así es como todos nos tomamos de las manos cruzamos la entrada y yo con suma emoción ya que es mi primera vez en la tierra me lanzo, despliego mis alas y empiezo a sentir como el ambiente cambia. No tardamos mucho en llegar y cuando pisamos tierra y veo todo lo que hay en este lugar... Yo no sé si llorar por al fin venir o empezar a reírme de tan emocionada que estoy. 

Dulce castigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora