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Stacey. 1916

Cuando nos invitan a pasar a la casa lo primero que hago es tomar la mano de Daniell, él me mira con una expresión triste pero ansiosa, no quiero leer más su mente, no se siente correcto seguir usando el don que Dios nos dio.

-Necesitamos decirles. -Le susurro a Daniell.

- ¿De qué hablas?

-Sabes de que hablo Daniell.

-Simplemente no es el momento, después lo hablaremos con los demás.

Cuando me doy cuenta de que ya estamos dentro, observo todo a mi alrededor. Es bastante hogareña, muy amplia pero hogareña.

-Antes era un hotel - Nos dice la mujer al notar nuestra sorpresa- Es por ello que hay tanto espacio y muchísimas habitaciones.

-Ustedes se pueden quedar el tiempo que ustedes quieran, pero antes queridos debemos ir por algo para que ustedes usen, no pueden andar con esa ropa, no pueden ir por ahí así. Estaría bien que empezaran a sentirse cómodos y no creo que con esa ropa se sientan bien.

-Cariño, ni siquiera les hemos dicho nuestros nombres. - Le dice su mujer colgada de su brazo.

-Eso es cierto. -Suelta una risa un poco rasposa pero suave- Mi nombre es Carter Willou, y mi amada esposa Amanda Willou.

Carter Willou, me suena demasiado su nombre, pero me duele tanto la cabeza que no quiero pensar ahora.

-Mi nombre es Xavier, y ellos son Daniell, Stacey, Emylie, Bethany, y Karla.

-Stacey... Ese nombre es muy lindo, me suena conocido, como si ya lo hubiese escuchado, pero quien sabe.

Me guiña el ojo y me hace sentir bien, es un hombre demasiado agradable.

Después de que Amanda nos prometa hacernos una cena magnifica, desaparece por la entrada de lo que supongo es la cocina, y Carter nos lleva a ver nuestras habitaciones.

-Como les mencionamos antes, esta casa antes era un hotel, era del padre de Amanda, pero como este pueblo no hizo más que extenderse, el negocio de los hoteles dejo de ser muy útil, así que se ha convertido en nuestro inmenso hogar. Cada quien tendrá su habitación y cada una de ellas cuenta con cuarto de baño y un armario, son habitaciones muy bien equipadas y espero se sientan a gusto.

Dejamos primero a Emy, después Bethany. Sigue Xavier y a un lado Karla.

Cuando quedamos solo Daniell y yo, Carter nota nuestras manos juntas y nos da una mirada llena de curiosidad.

- ¿Son pareja?

-Sí, pero no estamos casados, y si eso le molesta, podría darnos una habitación por separado. - Le dice Daniell y yo solo asiento estando totalmente de acuerdo.

-Está bien, las suyas serán las que están al fondo, en el armario hay ropa, así que pueden cambiarse y tomar un baño. Con toda la confianza del mundo, tranquilos.

Daniell suelta mi mano y se dirige a la habitación, mientras que yo solo me quedo frente a la puerta de la que será mi habitación por un tiempo indefinido.

- ¿Está todo bien pequeña?

-Sí, es solo que me siento tan cansada, han pasado muchas cosas y siento como si la vida me hubiese pasado por encima.

-No sé qué les habrá pasado, y sea lo que sea que los tenga tan abatidos lo siento mucho. – Guarda silencio por un momento, pero siento su mirada en mí - ¿Puedo hacerte una pregunta?

-Claro que sí.

-Pues, ustedes se me hacen muy conocidos, pero sobretodo tú. No sé, pero siento que tu voz se me hace conocida de otro lado, como si hubiera estado conmigo mucho tiempo.

Dulce castigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora