тe aмo ⊱ hawksilver

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NOTA. He recibido un par de quejas en cuánto a la ortografía y, aunque la manera en la que han sido expresadas no me agradó, admito que son bastante justas. Si ya has estado aquí y has leído la historia, gracias por soportar la horrible ortografía que hay durante todo el fanfic. Por el otro lado, si no has estado aquí, es mi responsabilidad informarte que esta ficción NO cuenta con buena ortografía, así que si eres como yo (que, después de mejorar decentemente mi ortografía, te molesta cuando hay muchos errores) no te recomiendo leer esta historia.

Este primer capítulo ha sido corregido, y trataré de corregir los demás pero no prometo nada.

A los que leen a pesar de todos los errores y fallos, muchas gracias. <3

*

Corregido 15/01/23

Se sentía nervioso, mientras Wanda se removía incómoda a la par de él.

—Tranquila —susurró. No pudo evitar dejar un beso en su coronilla.

Sólo un poco más...

—Nos están atacando, Pietro. No esperes que esté completamente tranquila. —Asintió a las palabras de Wanda, porque sabía que ella tenía razón.

Era casi imposible tranquilizarse ante el ataque.

—¿Quiénes son?

Strucker le observó, debido a la pregunta.

—Mira, niño, no creo que...

—¿Quiénes son?

Strucker soltó un suspiro ante su insistencia y lo miró durante un momento antes de hablar.

—Los Vengadores. Pero no estoy seguro...

Dejó de escuchar desde que la palabra Vengadores se registró en su mente, sabiendo que Wanda había hecho lo mismo.

Ella lo miró significativamente.

—Esta es nuestra oportunidad, Wanda.

Wanda asintió, mientras veían a Strucker hablar con otros miembros de HYDRA.

—¿Crees que nos envíen?

—No lo sé —respondió con honestidad—. Pero si nos nos mandan, es porque no son muy... brillantes.

Wanda tarareó en acuerdo.

—¿Crees que Stark este con ellos? —Preguntó ella.

—No lo sé —respondió de nuevo—. Sólo espero que sí.

Movió su mano al mismo tiempo que Wanda la de ella y las entrelazaron a medio camino; los ojos de Wanda brillaban cuando se posaron en los suyos. Pietro pudo escuchar a Strucker hablando de fondo, diciendo que no podían enviarlos porque ponían en peligro el resto de sus planes, pero pudo ver en los ojos de Wanda que a ella, así como a él, no le importaba mucho lo que Strucker tuviera que decir. Así que tomaron la decisión por sí mismos al darse cuenta que Strucker no los iba a enviar.

Pietro esperaba que todo saliera bien.

*****

Estaba corriendo, lo más rápido que podía, cuando divisó a Clint —él sabía los nombres de todos los Vengadores porque su hermana y él los habían investigado cuidadosamente—; Clint estaba disparando flechas hacia todas direcciones y con una rapidez sorprendente, por lo que no se sorprendió cuando éste disparó una flecha en el momento en que lo vio.

La flecha ni siquiera lo rozó.

No le dio tiempo suficiente como para que disparara otra, cuando Clint estaba sacando una nueva flecha de su carcaj Pietro pasó a su lado con mucha rapidez e hizo que se cayera.

Clint estaba en el suelo cuando Pietro volvió a pasar frente a él con más lentitud.

—¿Acaso no lo viste venir? —Preguntó, con su marcado acento.

No esperó una respuesta.

Alcanzó a divisar cómo le disparaban a Clint, pero su mente ya estaba enfocada en el camino y en lo que podía encontrar mientras avanzaba. Cuando divisó al Capitán América, decidió que él sería el siguiente.

*****

—¿Donde está el cetro de Loki?

Wanda no lo pensó mucho antes de acercarse al Capitán y usar su magia en él. No podía decir que le importara particularmente lo que le pasara a Strucker pero tampoco quería que el Capitán se saliera con las suyas.

Se escondió rápidamente después de atacar al Capitán y fue en busca de Stark. Predecible como, había descubierto, era Stark, no le tomó mucho tiempo encontrarlo.

Ella sabía que tenía que hacer. Su magia no era algo que entendiera bien pero conocía algunas de las capacidades que tenía. Y una de ellas era el miedo.

Una visión con sus mayores miedos, eso fue lo que le provocó a Stark.

Lo observó con curiosidad, notando la manera en la que una tensión pesada se hundía en el cuerpo de Stark mientras experimentaba la visión. Sintió la presencia de Pietro a la par de ella unos segundos después, pero ella alzó su mano para que detuviera cualquier ataque que hubiera considerado.

—¿Dejarás que se lleve el Cetro?

Ella sonrió en respuesta.

Eso era un sí.

*****

—¿Qué quieres, Pietro? —Preguntó, al sentir la presencia de su hermano a su lado.

No necesitaba ni mirarlo para saber que se trataba de él.

—Todavía no me has explicado por qué dejaste ir a Stark, Wanda. —Reprochó él, mientras se acostaba en la otra cama.

Ella dejó de ver el paisaje frente a ella y lo miró.

—Todo a su tiempo, Pietro.

—Está bien, no insistiré, solo porque te conozco y sé que no me dirás nada.

Pietro se marchó después de terminar sus palabras.

Wanda miró por donde se había ido, sonriendo; sabía por qué su hermano no había insistido, cuando realmente no era de los que se rendían.

*****

Tomó la taza de café, dio su ultimo sorbo y luego la dejó sobre la encimera.

Por alguna razón, no podía concentrase en nada. Estaba bastante distraído. Sabía que todo el equipo de los Vengadores, seguramente ya sabían quiénes eran ellos. En otro momento, quizá se hubiese preocupado por su hermana y por él mismo. Pero no ahora. Ahora no podía.

Jamás lo admitiría en voz alta, pero estaba preocupado por el arquero y quería saber cómo se encontraba.

No entendía su preocupación por él, no debería estar preocupado por ninguno de ellos. Aunque ciertamente no lo estaba. Stark no le importaba, si se moría le ahorraría trabajo a Wanda y a él, aunque ciertamente preferiría estar involucrado en el asunto. El Capitán, por otro lado, le era indiferente, así como todos los demás. Después de todo, sus problemas no eran con ninguno de ellos.

Sabía que algo grande se acercaba, Wanda estaba demasiado rara como para que todos los siguientes días no ocurriera nada malo.

Debería de estar preparándose, no pensando en Barton. Sabía que el tenia una familia. Quizá el arquero que nadie mas que la pelirroja y el jefe de ellos lo sabían, pero lo cierto era que lo había estado observando e investigando durante mucho tiempo. Probablemente, más del que debería.

Era por eso que sabía que necesitaba dejar de pensar en él.

Sólo un momento más... Se dijo, sabiendo que quizá no podría.