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Jadeo de dolor cuando sintió su cuerpo golpear contra el suelo. Pietro rápidamente se puso a la par de él.

—¿Estás bien?. — la preocupación era notable, y Clint sonrió al darse cuenta. — Lo siento mucho, no pensé que ibas a perder el equilibrio. — él soltó una carcajada. Pietro fruncio el ceño, mientras le ayudaba a ponerse de pie. — No te rías, no es gracioso. Pensé que te habías lastimado.

—Me gusta que te preocupes por mi. — confesó, acercándose a Pietro.

El platinado fruncio más el ceño.

—¿A sí?. — preguntó, Clint asintió. — Pues eso seguirá pasando cuando crea que te has lastimado. Ahora sigamos que ya quiero entrar. — Clint asintió, y siguieron entrenando. Llevaban días entrenando combate cuerpo a cuerpo, y en la opinión de Clint, Pietro era un excelente aprendiz.

Más si de vez en cuando le daba uno que otro beso en medio de los entrenamientos.

—Me daré un baño. — Pietro informó, dejando caer sobre un sofá la toalla con la que se había estado secando el sudor. Clint asiente. — Me puedes preparar algo de comer...o puedes Acompañarme. — sugiere, ellos aún no han pasado de besos, y algunas que otras caricias. Clint lo mira fijamente, Pietro puede ver lo mucho que lo esta pensando.

Piensa en desistir, cuando Clint se acerca a él.

—Quiero bañarme contigo. — susurra, capturando sus labios en un beso hambriento. Pietro asiente encantado.

—Entonces vamos. — dice al cabo de unos segundos.

Clint sólo sonríe.

***

Ve la sonrisa de Clint, y le es imposible no sonrojarse. Había invitado al mayor a bañarse con él por impulso. No pensaba que aceptara. Ahora tenía que desnudarse frente a él. Y en serio que tenía pena.

Observó atentamente como Clint comenzaba a deshacerse de la ropa de entrenamiento. Se mordió el labio al ver el cuerpo marcado del mayor. Lo había visto un par de veces sin camisa. Pero jamás le había puesto demasiada atención. Sabe que Clint lo observa. Pero le da igual, la pena se comienza a desvanecer poco a poco.

—¿No te vas a desnudar?. — Clint le pregunta, y él sonríe.

—Halzo tu primero, en menos de un minuto puedo estar desnudo. — dice con sorna. Clint le sonríe divertido.

—Te has hecho muy egocéntrico. — Clint se acerca a él, que esta parado recostado sobre el lavamanos.

—¿A sí?. — pregunta juguetón. Clint asiente, sólo en boxers.

—Sip, aunque Wanda dijo una vez que lo eras. — comentó, rozando la nariz con la suya.

—Tal vez un poco. — aceptó, a veces se divertía siéndolo. Clint enredo los brazos en su cintura, y lo atrajo a él.

—Yo diría mucho. — el mayor dijo, besando su mejilla. Él llevó sus manos al cuello de Clint.

—No lo creó. — contestó, los labios de Clint capturaron los suyos.

Adicto, en una semana se había vuelto adicto a los besos de Clint. Sentía necesidad cada vez que pasaba más de dos horas sin besarlo. Y era un verdadero castigo cuando Clint tenía que salir para ver a sus hijos, o cuando se quedaba algunos días en la torre, ayudando al resto de los Vengadores a entrenar a los nuevos.

тe aмo ⊱ hawksilverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora