Entre El Honor Y El Amor

6º) - VIVIENDO CON MAMO

Dennyse se acercó de madrugada en un par de ocasiones para vigilar el sueño de Mamo y asi poder ver si la fiebre había remitido. El chico dormía profundamente.Se había

quitado el albornoz y dormía boca abajo con la cabeza ladeada hacia el lado izquierdo. Sonriendo, Dennyse le tocó la frente tras apartarle algunos mechoncitos de suave

cabello para comprobar que estaba bien. Tan pronto como se había tomado la sopa, rompió a sudar antes incluso de haberse tomado la pastilla haciendo reir a Dennyse

quien dijo divertida:

- ¡ Sí que estabas hambriento !.

- Estaba muy buena, Dennyse...Arigato...

Murmuró el chico, quien no quiso tomarse la manzana de postre sino que procedió a tomarse la pastilla con el vaso de agua antes de suspirar satisfecho mientras ella

se llevaba la bandeja a la cocina. No pudo hablar mucho rato con él porque Mamo parecía muy cansado, y cuando ella volvió a subir, él ya se había quedado dormido.Tras

arroparlo y contemplar el relajado rostro del chico, Dennyse sonrió retirándose tras dejar la puerta entrecerrada. Dos veces más acudió la chica a la habitación para

ver que dormía el joven acogido en su piso. Mamoru seguía tranquilo y Dennyse se retiró nuevamente a dormir...

El olor del café recién hecho hizo abrir los ojos a Dennyse a las 8 de la mañana sentándose de golpe en la cama reconociendo el aroma de su café con cierto asombro.La

joven saltó de la cama saliendo en tromba llevando un piyama corto con una bata en color rojo corriendo escaleras abajo pensando que de alguna manera, Tatsu se las

había ingeniado para entrar en su piso una vez más, dispuesto a seguir intentando acercarse a ella. Lo que vió en la entrada de la cocina la dejó inmóvil,sorprendida

y boquiabierta.Mamo estaba cocinando el desayuno...

Dennyse contempló los movimientos del chico desde la entrada de la cocina sin molestarlo. Mamo andaba descalzo, llevando unos shorts vaqueros que dejaban sus piernas

al descubierto hasta la mitad de los muslos. Llevaba una camiseta sin mangas en color rosa, tenía puesto el delantal, y acababa de retirar de la sartén un huevo frito

de lo más apetitoso procediendo a lavar la sartén para secarla y guardarla. Lo que más sorprendía a Dennyse era que Mamo sabía valerse en la cocina y todo cuanto se

manchaba, era automaticamente lavado y colocado en perfecto orden. Lo vió sacar del microondas dos rebanadas de pan caliente que colocó a un lado del plato del huevo

frito, antes de abrir la nevera para sacar la botella de zumo de naranja para luego, buscar un vaso y llenarlo. Dennyse se cerró rapidamente la bata avergonzada y Mamo

captó el movimiento mirando en su dirección antes de sonreir diciendo:

- Ohayo, Dennyse...

Fue como si un rayo de sol hubiera iluminado toda la cocina. Dennyse le devolvió la sonrisa entrando a la cocina diciendo:

- ¿ Te encuentras mejor ?.

- Hai...Tu sopa y la pastilla hicieron el milagro.

- Mamo, es muy temprano y deberías andar aún en la cama...

Dijo sentándose a la mesa mientras él le ponía delante el plato con el huevo frito con pan caliente,el vaso de zumo de naranja y procedía a servirle una taza de café