Nuevo Comienzo

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Allí se encontraba el gran caballero de armadura resplandeciente cabalgando a lomos de su blanco corcel. Rumbo al castillo donde lucharía con el temible dragón que custodia a la princesa. Al llegar bajo de su caballo observó el tamaño del castillo y solo pensó.

-he de apresurarme, la princesa espera.

Al terminar esa frase con escudo y espada en mano ingreso al castillo sin pedir permiso, así comenzó piso por piso, habitación por habitación a buscar a la princesa, sin resultado alguno, únicamente restaba buscar en la torre que se encontraba a pocos metros del castillo, se dirigió hacia ella subió hasta la parte más alta en donde encontró a la joven princesa recargada sobre la ventana de la sala en la cual estaba cautiva.

El caballero al verla no pudo hacer más que asombrarse por la belleza de la doncella que estaba a punto de rescatar. Sin darse cuenta se quedó perdido durante un momento observando su bello rostro y tan dulces ojos. Cuando la princesa notó la presencia de su aparente salvador no hizo más que alegrarse, luego de mostrarle una gran y hermosa sonrisa le dijo.

-Oh caballero de armadura brillante, os he estado esperando ansiosa por el momento en el que salvaréis a esta humilde princesa.

El caballero incapaz de pronunciar la más mínima palabra por los nervios que le generaba la bella princesa que en frente suyo se encontraba, se limitó a mirar a otro sitio que no fuera el rostro de la doncella, para no sonrojarse más, y pronunció con seguridad

-Su majestad perdone la tardanza, pero ya estoy aquí para salvarla. Venga conmigo doncella, la llevaré fuera de esta lúgubre torre.

A lo que la princesa respondió.

-No antes de una pequeña muestra de mi agradecimiento. Después de decir esas palabras cerró sus ojos y apuntó sus labios a los del caballero, acercándose lentamente a ellos. El caballero se encontraba sonrojado como si de un tomate se hablará y sumamente sorprendido, sin saber qué decir o hacer solo le limito a imitar a la princesa. Poco a poco comenzaron a avanzar uno al otro al punto de sus labios encontrarse a un suspiro de distancia. Justo cuando por fin el beso se concretaría escucharon un gran estruendo en la parte superior de la torre. Se dirigieron rápidamente hacia la ventana de la habitación. Observaron lenta y cuidadosamente. El caballero divisó una larga y rojiza cola que caía desde la parte superior de la torre. Luego de ver eso el caballero tomó las manos de la princesa y le dijo.

-Esperadme aquí princesa, volveré a por ti.

-No lo hagáis, os he esperado mucho tiempo, no quiero apartarme de vos

-Os prometo regresar doncella, mi destino junto a usted esta sellado.

Volviendo a blandir su espada y portando su escudo subió unas escaleras las cuales llevaron al caballero a la cima de la torre. Cuando por fin llegó a la cima se encontró con un dragón. Al verlo tomó con aún más fuerza el mango de su espada y corrió en dirección a su objetivo con tan ímpetu y determinación, que no logro ver un pequeño escalón que se encontraba a escasos metros, sin poder evitarlo tropezó con él, lo que hizo que se golpeara la cabeza contra el piso. Se cerraron sus ojos tras el impacto imprevisto, casi pierde el conocimiento, pero su mente dijo debo luchar por la princesa. Al abrir sus ojos nuevamente tenía frente a el rostro de su madre la cual le decía.

-Despierta, o llegaras tarde a tu primer día de clases.

-Ahora me levanto madre, dijo con poco entusiasmo el muchacho que comienza hoy su nuevo año escolar.

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