Hija de Voldemort |Harry Potter|

Capítulo I: Confesiones

Capítulo I: Confesiones
- No me gusta nada. - Mencionó Maxine a su madre, con una mueca divertida al encarar el gran vestíbulo de su nueva residencia.

Lorraine resopló con irritación, en parte por el cansancio del viaje. No estaba de humor para los comentarios de su hija.

- Importa muy poco. - Expresó, sin dirigirle la mirada.

No deseaba entrar en el intercambio de palabras que la menor buscaba para hastiarla. Aunque su tono áspero consiguió ampliar la sonrisa de Maxine. En ese momento, entró Charles McKinnon, la segunda parte del matrimonio, seguido de grandes baúles que fueron por caminos distintos al pasar la puerta de entrada. La chica intentó ocultar su risa y Lorraine se encaminó a paso decidido a través del vestíbulo para luego perderse detrás de una puerta. Ella sintió el peso de la mano de su padre en su cabeza y se volvió hacia él.

- Querida, ¿gustas de lo que ves? - Preguntó con una cálida sonrisa.

- Por supuesto, padre. No veo razón suficiente para expresarle lo contrario.

No mentía, la edificación era realmente majestuosa, hasta ahora tenía la visión de un inmenso vestíbulo con paredes celestes y un muy enorme candelabro colgante decorado en colores fríos, piso de mármol pulido, una enorme escalera en el centro que se dividía en dos al llegar al segundo piso y dos puertas dobles a cada lado de esta en la planta baja, y otras cuantas en las paredes del inmenso recibidor, probablemente una llevara al comedor.

- Aunque, no encuentro suficiente sentido a residir en tan enorme lugar, desempacar muebles y demás si en un tiempo muy corto, deberemos partir nuevamente - Expresó con seriedad, con el verbo formal que le fue inculcado por el matrimonio de magos - Si me permite opinar, padre, sería muchísimo más factible recurrir a un hospedaje más reducido para nuestra pequeña familia y cargar un equipaje más desahogado, para mayor comodidad.

Sabía que lo que decía era ridículo, siendo que las relaciones con magos externos suelen traer gran cantidad de visitantes dependiendo de las temporadas, aún así, esperaba con ansias la respuesta de su padre.

- Puede que tengas razón, Della. Sé lo tedioso que debe ser para ti tantos traslados. Se necesita un mayor esfuerzo para cubrir este tipo de casas con los hechizos de protección requeridos y es difícil buscarte entre tantas habitaciones. Pero puedo casi asegurarte, que esta será nuestra última mudanza.

Aunque su respuesta no fue lo que esperaba, Maxine se sorprendió ante aquella declaración, que su padre mencionara una posible estabilidad en aquel lugar después de tanto era realmente algo que considerar. Tomó la mano de su protector.

- He de suponer que eso es bueno. ¿Podré obtener la razón a tan grata noticia? - Preguntó sonriendo sinceramente hacia su padre.

Él la observó con ternura unos segundos y acarició su cabeza.

- Tómate la libertad de escoger la habitación que más gustes. Iré a ayudar a tu madre con la barrera.

Dicho esto se dirigió a la puerta que atravesó su esposa, ignorando la pregunta de su hija, la cual estiró un mechón de su cabello y se dirigió a las escaleras.
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- Charlotte. ¿A qué debemos tu visita? - Preguntó Charles a una mujer joven de cabellos cobrizos como los suyos, junto a su esposa cuando llegó a las áreas verdes traseras de la residencia.

- Charles. - Dijo Lorraine, observándolo, manteniendo su postura digna de siempre, aunque con el ligero tick en la comisura izquierda del labio que aparecía en su rostro cuando se encontraba alterada en sobremanera, se disponía a decir algo más cuando su cuñada se le adelantó.