Surprise || Tom Holland y tú.

Capitulo 5

Al terminar mi horario de clases me fuí con Tom a mi casa, en su auto.

-Oye ____- lo miré- me preguntaba si querías ir a una fiesta conmigo hoy- preguntó nervioso.

-Depende- dije dudosa.

-¿De qué?- preguntó.

-¿Quién la organiza? ¿Dónde es? ¿A qué hora?

-Calma, calma- dijo riendo- Olivia organizó la fiesta, es en su casa, claro, y comienza a las 9.

-¿Por qué quieres ir conmigo? Hay bastantes chicas mucho más bonitas y populares que yo- dije haciendo una mueca.

-No me importa eso, quiero ir contigo- agarró mi mano y me miró- ¿Aceptas?

-Mientras no me dejes hacer el ridículo sola- respondí encogiéndome de hombros.

-Lo prometo- sonrió.

Después de esa conversación él puso la radio en el auto y comenzamos a cantar hasta llegar a la casa.

-Te espero lista a las 8:45- me guiñó un ojo y entró a su casa.

¿En qué rayos me metí?

Puede que solo sea un juego, y yo ya me estoy comenzando a ilusionar.

Holland, no juegues conmigo.

Me duché una hora antes para poder elegir un buen vestido, quería lucirme hoy. Quería sentirme bien. Quería ser yo.

Elegí un vestido rojo vino demasiado lindo (multimedia) me quedaba a la perfección. Definía muy bien mi cuerpo y me maquillé simple, a pesar de que iba a una fiesta, pues no me maquillaba mucho para las fiestas, eso me incomodaba. Dejé suelto mi cabello y me hice unas pequeñas ondulaciones, y listo.

Me miré al espejo una última vez y si, me miro bien.

Eran las 8:40, así que me fuí a lavar los dientes y me puse labial rojo vino.

Bajé a la sala y Brad me miró asombrado.

-¿Y quién es el afortunado?- preguntó agarrando mi mano y dándome una vuelta. Le sonreí.

-Es sólo un amigo. No volveré tan temprano, no me esperes despierto- le dije.

Se escuchó como tocaban la puerta.

-Es él- le dije a mi hermano y le abrió la puerta, yo estaba atrás de Bradley, por lo cual, Tom no me vió aún.

-La cuidas con tu vida- amenazó mi hermano. Éste se volteó a mí- diviértete, pero no demasiado.- Y se fue, me dejó a solas con Tom.

-Te ves....wow- me miraba atento- _____, de verdad, te miras bellísima, tengo tanta suerte de ser tu pareja de fiesta.

-Gracias Tom- me sonrojé por lo que había dicho.

-Es hora de irnos, Ángel- agarró mi mano y nos subimos al auto.

El camino fue inundado por un silencio, había música pero ninguno de los dos cantaba. A decir verdad, no era un silencio incómodo, era tranquilizante.

Tom estacionó el auto enfrente de la gran casa de Olivia. Se podía escuchar la música fuerte. Cuando entramos vimos al montón de gente bailando, otros tomando, y otros besándose, típico de las fiestas.

A pesar de que la fiesta comenzaba apenas, ya había bastante gente.

Tom pasaba saludando a las personas, pues él era el más popular de ahí.

-¿Te parece si tomamos algo?- preguntó seductoramente en mi oído.

-Por supuesto, vamos- fue suficiente para que tomara mi mano y me guiara hasta donde estaban las bebidas.