Capítulo 2

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Llego el 1 de septiembre así que Harry, Ron y Hermione se encontraron en la estación de King´s Cross, al llegar vieron a un perro negro y grande que los miraba con atención. Era Sirius. -¡Canuto!- grito Harry y corrió para acercarse a él. -Te extrañe- dijo Harry, el perro asintió como indicándole un “yo también” y en un susurro Harry le dijo: -¿Recibiste mi última carta?- y Sirius lo guió lejos de ahí, para ser exactos a una tienda muggle abandonada y ese perro se transformó en su padrino y le dijo: -Ten cuidado, este año los profesores serán distintos, tal vez no te dirijan la palabra pero tú solo házmelo saber, escríbeme, no muy seguido ya que levantarías sospechas- y le dio un abrazo. Regresó a su forma animal y se alejo, Harry volvió a la estación con sus amigos, juntos cruzaron la barrera del andén 9 3/4 y subieron al tren. Llegaron a un vagón vacío que encontraron y que cerraron con llave para que no los escucharan,  Hermione le preguntó: -¿Y Canuto?- Bien- dijo Harry –Pero…malas…advertencia profesores- así que tanto Ron como Hermione entendieron el mensaje. Al llegar a la escuela al finalizar la selección de los de primer año Dumbledore les anunció que el puesto de maestro de defensa contra las artes oscuras que anteriormente había sido ocupado por Alastor Moody, este año lo ocuparía Igor Karkarov un exmortifago muy amigo de Snape, al saber la noticia el trío se miró incrédulo ya que él había sido uno de los que planeaban matar a Harry el año pasado y cosas o personas así no se olvidan fácilmente. El profesor de pociones, Severus Snape, lo miraba con rabia ya que el anhelaba ese puesto desde hace años, todos lo sabían.

Amor de extraños: Una historia DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora