#9 "Atrapada"

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“Atrapada”

Querido diario:

Una semana ha pasado, cuesta creer que pase tan rápido el tiempo, sobre todo, duele. Duele ver que avanza como si no importara lo que suceda a su alrededor, y duele ver que todo avanza sin ti, que tú te quedes atrapada en un tiempo. Como si las agujas del reloj se hubieran detenido y te quedes atrapada en el tiempo. Lo peor es que parece absolutamente real, no solo por como te sientes, sino porque todo parece un ciclo en el que se repite una y otra vez lo mismo. Así es como me siento, atrapada. No solo en el tiempo, también en esta soledad infinita y eterna, que jamás acabará. Estoy totalmente atrapada en el ciclo: cada día sin nadie. Despierto sola y me acuesto sola, también permanezco el resto del día sin nadie a mi lado apoyándome. Mi ciclo es estar atrapada en el odio, odio a mí misma, el peor sentimiento que puede sentir alguien. Y también vivo atrapada en la idea de saber que al igual que yo, todos me odian. Dicen que todos somos libres, eso es mentira al igual que todos tenemos a alguien que nos quiere. Vivo en una reja, una reja de la que no puedo escapar, una reja que se aferra a mi piel sin dejarme respirar, que me asfixia, me ahoga, me agobia, me mata. Me mata a cada segundo torturándome, pero nunca termina de acabar con mi vida, para que pueda sufrir eternamente de esta soledad angustiosa y dolorosa, sigo sufriendo con esta miserable vida. Siento que no pertenezco a este mundo. Como ya te he dicho ha pasado una semana, se ha hecho como mil años, pero al fin y al cabo es una semana. Te preguntarás desde cuando ha pasado la semana que estoy diciendo, ya que hace tiempo que no escribo. Hace una semana desde la última vez que vi a Lottie en el baño y desde la última vez que pisé el instituto. Sé que es de cobardes, pero no me importa después de todo lo que tengo que aguantar, necesitaba descansar de todo lo que pudiera herirme. Sé que suena irónico, ya que soy una de las personas que más me daña. Debería decir: descansar de todo lo que pueda herirme más todavía. Estoy harta de todo, como ya he dicho, esto parece un ciclo sin fin, y estar harta de todo, odiarme y herirme es parte de ese ciclo. Cuando siento que puedo volver a ser algo más optimista y que puedo dejar de hacerme daño, al menos por un día; y que puedo ignorar lo que me duela, entonces al pensar así por primera vez en mucho tiempo, vuelvo a recaer en lo mismo, y el ciclo comienza de nuevo. Recaigo una y otra vez en ese agujero negro sin fin, en el agujero donde se esconden mis miedos, mis preocupaciones, todo eso que se alegra de verme allí de nuevo, encerrada en mí misma y mis temores. En ese agujero solo hay tristeza, soledad, sufrimiento y dolor. Lo que vendría a ser un infierno, vivo en un infierno personal que no acaba y cada vez es más duro y difícil de aguantar. Necesito una salvación, la necesito ya, antes de que me quede allí por siempre. No quiero estar siempre cayendo, necesito algo que me agarre y me levante y me haga salir de este trance y de mi infierno. Necesito salir o no podré aguantar ni un segundo más.

Dejo mi diario, o más bien la pequeña libreta, en el interior de la pequeña mesa de noche y me dispongo a levantarme de la cama para dirigirme al armario a cambiarme de ropa. Cojo unos vaqueros desgastados junto con mis queridas converse, y una sudadera negra, últimamente me sentía oscura y vacía, me sentía más muerta de lo usual. Llevo una semana sin ir al instituto, y ni siquiera mi madre se ha preocupado por preguntarme qué me ocurre, si estoy enferma, deprimida o simplemente hablarme. Creo que es mejor vivir sola sin nadie que sola con alguien. Si vives completamente sola, sabes que lo estás por el simple hecho de que no tienes a nadie, pero en cambio si vives con alguien y es como si vivieras sola, te das cuenta de que estás sola porque no le importas a nadie. Al instante de ver mi reflejo en el espejo aparto la mirada, no me gusta lo que veo. Al apartar la mirada me quedo mirando los libros, no quiero volver a las clases pero sé que debo. Paso unos largos minutos contemplando los libros pensando: debo volver, aunque no debería, para sufrir... Pero tengo que hacerlo o perderé todo un curso, pero evitaría todo un curso de humillaciones y sufrimiento innecesario... No, voy a ir o tendré que repetir curso y eso supondría continuar en el infierno, y eso sí que no lo podría soportar.

Finalmente, cojo mi mochila con los libros y salgo por la puerta dispuesta a ir al instituto no muy convencida. Camino con la cabeza gacha, mirando al suelo oprimiendo las ganas de dar media vuelta y volver a mi habitación y encerrarme allí hasta que todo acabe, pero debo enfrentar los problemas para superarlos «Deliras si piensa que vas a superarlos, JA JA, no me hagas reír» Debo aprender a ignorar y que nada me duela «Sigue soñando...» Sí, eso voy a hacer, así superaré el curso «¿Alguna broma más?» Y también voy a dejar de escuchar a mi subconsciente de mierda. Al levantar la mirada me doy cuenta de que estoy enfrente de la puerta del instituto, de nuevo. Entro apresurada para llegar a clase sin que nadie me vea. Llego a mi sitio de siempre, y como de costumbre, miro por la ventana. Intento no pensar en nada, pero es difícil, contando que es lo único que puedo hacer porque estoy sola. Pero, odio  que lo único que pienso es en mi vida y no quiero porque me deprimo más, porque esta última semana ha sido una auténtica pesadilla... Pero es mejor no hablar de lo que hecho esta semana, no es algo de lo que realmente me enorgullezca, aunque pensándolo mejor, nunca me enorgullezco de mí así que... ¡Basta! ¡Deja de pensar en eso maldita sea! Me doy un golpe en la cabeza, como si con eso pudiera sacar la idea de mi cabeza. Sin darme cuenta se me escapa una lágrima y de inmediato me la limpio, debo aparentar que estoy bien y soy fuerte.

—¿Shelley? ¿Eres tú?  —mierda ya está aquí Lottie, desearía que me deje al menos tranquila por un día—. Estaba realmente preocupada por ti, ya que la última vez que nos vimos...

—No recuerdo cuando fue así que... —le dije intentando que no sacara el tema.

—Pero Shelley, si estab-

—No me acuerdo —la corto a mitad de frase para que se calle.

—Bueno... no importa —al fin—. ¿Por qué has estado una semana sin aparecer? —no te sería en absoluto agradable si lo supieras...

—Estaba enferma, virus, supongo que por eso vomité cuando me fui, tenía el estómago revuelto.

—Ah... yo... quería verte pero no sabía donde encontrarte —decía apenada.  

—Bueno estaba en mi casa con... mi... madre, puedes preguntarle, estaba realmente enferma —no podría haber mentido más, ¡dios! ¿Con mi madre? No creía ni que fuera posible que ella llegara a mirarme.

—No es necesario... y... ¿Ya estás mejor? —pregunta mientras me inspecciona con la mirada.

—Perfectamente —no sabía que actuara tan bien, al fin y al cabo tenía que heredar algo de mi madre.

—Genial, quería preguntarte si te gustaría ir al cine o algo.

¿Qué se supone que debo decir? Digamos que no suelo salir mucho «A no ser que sea para tirarte a un río, por supuesto»

Miro alrededor de nosotras. Pensándolo detenidamente. La gente no me mira, y eso me dio un impulso. 

—Mm... supongo que sí no tengo nada que hacer —«Excepto dañarte hasta que no tengas fuerzas» Es mejor salir que quedarme pensando y recaer de nuevo.

—¡Genial! Pasaré a por ti a las seis, estate lista, ¡adiós! —y se va. Feliz y saltando. Me pregunto cómo pasará a por mí si no sabe dónde vivo, como había dicho antes. Pero, y si lo sabe, ¿por qué no vino? 

De todos modos, no importa.

Media sonrisa aparece en mi rostro. Y rápidamente la escondo cuando escucho las risas de un grupo de chicos que están pasando por mi lado. 

—¡Mira! ¡Ha sonreido! —uno chilla y todos comienzan a reir mientras pasan por mi lado empujándome a una de las paredes. Riéndose de mí.

Miro al suelo, e intento ignorarlos mientras corro por los pasillos tan amplios en dirección contraria a la de ellos. 

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¡Hey! Sentimos haber tardado tanto, pero aquí estamos de vuelta otra vez. Queríamos comentar que desde el siguiente capítulo lo que sería ______, la protagonista, tendrá nombre. Hemos elegido el nombre Shelley, porque mola y no es muy común. Y créemos que le pega a nuestra protagonista. Esperamos que no tengáis inconvenientes con eso. ¡Un beso, seguiremos pronto!

                                                                                                       

Fuckin' Perfect (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora