#14 "No. Por favor. No"

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 "No. Por favor. No."



—Bueno, ¿vas a dejar que te acompañe a casa?

—Oye, Harry, gracias, pero no...—empiezo a decir incómoda, pero no me deja acabar.

—Era una pregunta de cortesía, quieras o no, voy a ir. Además, alguien debe curarte ese golpe—susurra mientras lleva con delicadeza sus dedos a mi cara donde me había golpeado Tyler hace un momento, y me acaricia con suavidad y ternura—. Maldito cabrón...—su voz se va tornando más dura y grave.

—Déjalo ya y vamos—me alejo con la respiración algo afectada por su inesperada y tierna caricia, algo tensa y alterada.



Cuando llegamos a mi casa le guío hasta mi habitación, donde finalmente le muestro dónde están los productos necesarios para curar mi herida, después de estar media hora discutiendo porque le decía que no era necesario que me curara. Fue absolutamente en  vano, cuando quiere puede conseguir ser verdaderamente exasperante.

—¡Vaya! Menuda cantidad de vendas, no había visto tantas ni en la enfermería, impresionante —dice sorprendido y extrañado, pero para disimular se ríe.

«Si supieras para que son ya habrías salido corriendo de la casa de la pequeña suicida»

— Bueno, nunca se sabe —río con una sonrisa nerviosa, tonta y aguda. Mierda.

—Ya veo

Después de curarme y hablar por un rato largo  y tendido, me despido de Harry. Aquel que me había estado contando pequeñas anécdotas de  cuando era pequeño. Al parecer lo de estar loco no era desde ahora, sino desde siempre. No tenía sueño, sobre todo después de esta noche tan intensa, por lo que decido plasmar como me siento en mi diario, el cual encontré la copia de una llave que me permitía abrirlo. Ya podía dejar de usar aquel desaliñado cuaderno.

"Querido diario:

Hoy ha sido realmente agotador, uno de los días más indescriptibles y extraños de toda mi existencia. Todo lo que pareció que acabaría siendo el peor de los desastres, ha acabado por no ser tan malo. Tal vez, podría atreverme a decir, aunque resulte poco usual, que me siento... bien. Y todo gracias a un chico de risa encantadora, sonrisa de plata, pelo ruloso y ojos verdes como los bosques. Después de tantos años, al fin hay un día en que no tengo que reprimir  la necesidad de sentir la fina y aguda caricia de la cuchilla en mi piel, porque por primera vez no tengo esa necesidad. Aunque, sea un gran paso la ausencia del sentimiento ansioso por dañarme, no significa que no haya sido un día difícil.  Verdaderamente, ha sido muy complicado. No solo lo ha hecho un día duro el hecho de que he tenido que ir a una fiesta prácticamente en contra de mi voluntad, ni  la metedura de pata con Jared al tirarlo a un rosal e insultarlo anteriormente. Un hecho que va a conllevarme a inmensos conflictos de los que dudo que sea fácil salir ilesa, tanto física como emocionalmente. Lo que realmente ha hecho este día tan  abrumador ha sido un antiguo sentimiento que creía enterrado y olvidado. Un joven me ofreció pastillas, las cuales al verlas me transportaron a un viaje por los rincones más profundos y desconocidos de mi mente. Me hicieron recordar tiempos que creía abandonados, recordé mi más dura y vergonzosa adicción, como me hacían sentir y como Zac me ayudó a salir de ese bache que parecía más un pozo profundo, oscuro y desolador. Estuve apunto de recaer, las tuve en mis manos, y tristemente he de admitir que me encantó. Quise volver a sentir esa libertad, casi caigo de nuevo, pero no lo hice. Fui capaz de comprender que todas esas sensaciones no eran más que espejismos, te hacen creer que estás y eres mejor, mientras te va destruyendo como ser humano. Aunque creo que la verdadera razón por la que no recaí fue por que no quería echar a perder el incansable esfuerzo de Zac, ya le fallo suficiente cada vez que destrozo mi alma (si es que tengo) cuando me autoinflijo daños irreparables en mi interior. Puede que sanen en mi piel, pero me afecta más de lo que me atrevo y quiero admitir. También, ha influido mucho la pelea con Tyler. Todavía no puedo explicar ni comprender como me sentí al ver a Harry tirado en el suelo. Aún sigo sin entender como fui capaz de reunir en un solo acto toda la valentía que poseía y la que ni sabía que existía. Se la debía a Harry, me  ha salvado demasiadas veces y no entiendo por qué razón sigue queriendo estar  a mi lado. Es alguien que me hace sentir increíblemente cómoda. Pocas personas están en mi vida, solo Lottie y él, pero siento que no necesito a nadie más. Después de tanto tiempo, puedo decir que no estoy sola del todo. Tal vez, sea muy pronto para lanzar campanas al vuelo, pero ellos dos en poco tiempo me han demostrado más interés que mi madre en todo lo que llevo de vida, motivo que me hace pensar que ya son algo importante. Lo que más me aterra es que todo sea un sueño y que no sea cierto que conozco a dos personas que se podrían considerar mis amigos, da miedo el pensar que vaya a despertar y vuelva a estar sola. Da miedo el pensar que todo sea producto de mi imaginación, que no existan realmente y que vuelva la necesidad de morir y desaparecer de un mundo duro y cruel. Aunque, lo que realmente creo que me asusta es que me fallen, que solo quisieran jugar conmigo para dañarme, más de lo que yo misma hago. Duele pensar eso, duele tanto. Solo de imaginarlo siento como si algo me presionara el  pecho y me fuera dejando sin aire poco a poco, sé que sería mi fin. No hay nada peor que sentirse traicionado y solo."


Otro triste día más. Era lunes, con eso creo que se puede explicar todo. Me había levantado, extrañamente, cinco minutos antes de lo habitual y me había vestido con lo primero que encontré, no pude evitar rozar con mis dedos temblorosos la ligera marca que había dejado en mi rostro el golpe que me había dado Tyler la otra noche.

Recojo mi mochila y cruzo la puerta de la casa dirigiéndome hacia el exterior y siguiendo el tortuoso camino que me llevaría hasta el instituto. Como de costumbre no pude evitar pensar, siempre me ocurre cuando camino sola, siempre estoy sola. Mis pensamientos se dirigen hacia la serie de acontecimientos que había vivido el pasado viernes en aquella fiesta y con Harry. Nunca antes me había abierto a alguien de la forma en que lo hice con él, le hablé de Zac y mi dificultoso pasado con Tyler. Pienso también en las cosas que él me había contado y en aquella caricia... Gracias a aquellos pensamientos ni me había percatado de que había atravesado la puerta de entrada al instituto, aunque cuando veo lo que me esperaba, realmente habría dado cualquier cosa por haber dejado atrás esos pensamientos y percatarme de las figuras que tenía ante mí. Esperando. Acechando. Miradas fijas y asesinas. Rostros enfadados. Ojos oscurecidos por la ira.

Un Tyler con la cara magullada, un Jared con ojos... ¿compasivos? Imposible. Y miles de secuaces. Todos aguardaban por mí. Me esperaban. Me miraban.

—Te estaba esperando—suelta Tyler con palabras ponzoñosas y llenas de desprecio, mientras veo aparecer en la esquina de sus labios, uno de ellos partido, una sonrisa torcida, perturbadora.

No. Por favor. No.






Fuckin' Perfect (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora