Bad Mommies. [Camren]

1. Malas Madres.

[PDV Camila.]

—Rápido, rápido, ¡rápido! —Grité.

Cogí los almuerzos antes de correr hasta el coche con el termo del café recién hecho, que aún no había probado, en una mano y las llaves en la otra.

—Mamá, ¡la mochila! —Gritó Daniela, mi hija mediana de ocho años.

—¡Mi trabajo de ciencias, mamá!
—Gritó Mía, mi hija mayor de once años.

—Mami, tengo frío. —Se quejó, el más pequeño de la casa, mi hijo menor Alex de tres años agarrado a una de mis piernas.

¿Como no me había dado cuenta?

—Alex, cariño, ¿donde está tu abrigo? Espera.. ¿Sigues en pijama?

—Hoy no me has despertado.

—¡Joder! —Murmure antes de alzarlo en brazos y volver a entrar en la casa.

Subí al cuarto de mi hijo y lo vestí lo más rápido que pude, cogí el trabajo de ciencias de Mía, y la mochila de Dani antes de cogerlas de la mano mientras mi hijo seguía agarrado a mi pierna para llevarlos hasta el coche. Los metí a los tres dentro como bolas de bolos, y me subí al coche a mi turno.

—Mamá, se te ha olvidado que yo no quiero corteza en el sándwich.
—Se quejó Mía.

—En el mío has puesto queso, sabes que soy alérgica, mamá. —Habló Daniela.

—Mami, ¿y mi abrigo? —Repitió Alex.

—Mamá. Mamá. Mamá. Mamá. También os enseñamos a decir papá, ¿no? —Grité, y los tres se callaron al instante.

—¿Papá y tu os vais a divorciar?¿Por eso se ha ido de casa? —Preguntó Mía.

—¿Que es divorciar? —Preguntó Alex.

—Cariño, no, es decir.. Aún no, pero..

—¿Aún no? —Suspiré.

¿Como le decía a mis tres hijos menores que había encontrado su padre con otra mujer? ¿Como les decía que me daba igual porque llevaba años sin estar enamorada? ¿Como coño le explicaba eso a mis hijos?

—A ver, mamá y papá siempre os van a querer mucho, ¿de acuerdo? Pero.. Mamá y papá ya no se dan besitos, ni abrazos porque.. Porque ya no lo hacen. Ahora bajaros del coche, tened un buen día, os quiero muchísimo.
—Dije hablando rápido antes de abrir la puerta trasera del coche automático.

Se quedaron en silencio un tiempo, hasta que Mía, la mayor, desabrocho al más pequeño y en el mismo silencio salieron los tres del coche, para entrar en el colegio. Le dí un par de golpes al volante antes de suspirar, y arrancar el coche de nuevo. Tenía menos de treinta segundos para llegar al trabajo sin llegar tarde, por lo tanto misión imposible. Acelere y entre en todo el tráfico, y antes de darme cuenta estaba frenando para no atropellar una anciana que me grito palabras que no debería gritar una abuelita. Con el frenazo tan brusco me eché todo el café por encima, y si, estaba ardiendo. Pero no era lo peor, lo peor es que le acababa de dar al coche de atrás, y una mujer muy, muy, cabreada salió de él.

—¿¡Que coño?! —Gritó al ver el estado de su coche.

—Joder, lo siento mucho, de verdad estaba a punto de atropellar una anciana y.. Joder, lo siento, te lo pagaré dame un segundo para llamar al..

—Está bien, tranquila. Pareces nerviosa. —Preguntó confusa al ver mis nervios a flor de piel. —¿Eso es..

—Café. Ardiendo. —Dije y me miró por unos segundos antes de reír.