3. Kordei's Girls.

5.1K 410 63
                                    

[PDV Camila]

—No lo voy a repetir, ni una vez más. —Grité tras mi hija mediana, y sin duda la más rebelde, Daniela.

—¡Que no quiero lavarme los dientes!

—¿Pretendes que tu boca huela igual que la caca de los perros? —Amenace y me miró asustada. —Te doy tres minutos contados, Dani.

Ella asintió y salió corriendo hacia el cuarto de baño. ¿Porque todas mis mañanas parecían un campo de batalla? Bajé las escaleras hasta la cocina y les preparé el desayuno. Esta vez al menos parecía que iba mejor de tiempo. Terminé de mezclar el vaso con tapadera de Marshall el perro de la patrulla canina de Alex, y se lo dí mientras el miraba adormilado los dibujos en el salón. Mía y Daniela llegaron un par de minutos más tarde y empezaron a desayunar, así que decidí escoger ese momento de "tranquilidad" para prepararme. Está vez no los llevaría en pijama. Si que me había pasado unas cuantas veces en mis días de descanso, después de todo pocas veces bajaba del coche. Pero después tenía cita con Lauren. Es decir, cita como amigas, claro.

—¡Suelta! —Escuché gritar justo cuando pensaba secarme el pelo.

Para variar me lo recogi en un moño y salí corriendo hacía el piso de arriba, las mayores discutían por cambiar de canal mientras el pequeño lloraba a lágrimas vivas.

—¡Se acabó! —Grité apagando la televisión, provocando silencio.
—¡Estoy harta de que está casa parezca un circo todas las mañanas!

—Pero..

—No. Se acabó. —Seguí gritando. —No habrá gritos, ni más peleas. Os levantareis, vestireis y haréis vuestro propio desayuno. Ya no tenéis tres años.

—Alex, si. —Habló Mia.

—No habló de él. Es demasiado pequeño.

—Si, claro. Es porque es tu favorito.
—Gruñó Daniela antes de cruzarse de brazos.

—Ya les he dicho mil veces que con los hijos nunca se puede tener preferido, Mía fue mi primera hija, la que me hizo ser madre. Tú Dani eres mi pequeña y dios.. Quiero que dejes de crecer ya. Y Alex es el bebé de la casa, y también el hombre de mi vida. Pero os quiero a todos por igual.
—Expliqué, y por un momento parecían entenderme.

—Vamos a llegar tarde. —Habló Mía después de unos segundos de silencio.

Y dios, maldeci la hora unas cincuenta veces en mi cabeza. Conduci de prisa hasta el colegio y tuve que entrar con ellos y esperar una larga media hora hasta que me hicieron caso y poder firmar la hoja de retraso.

—¿Donde tengo que firmar?
—Pregunté viendo los tres folios que me había entregado la conserje.

—Tiene que rellenar todos los datos y firmar en lo último de la hoja, donde pone firmar. —Habló algo borde.

No sé cuántos años tendría esta chica pero me estaba molestando. Además, ¿quien trabaja o se dirige a otra persona con un chicle en la boca? O mejor dicho, un bote de chicle en la boca.

Nombres, apellidos, fecha de nacimiento. Motivo del retraso. Joder. ¿Que coño pretenden que ponga yo ahí? Que una nave alienígena nos atacó y por eso llegamos unos minutos tarde, ¿o algo así? Terminé de rellenarlo todo en unos veinte minutos y se lo entregué.

—¿Es la madre de Mía? —Preguntó una alta pelirroja mujer, que creo haber visto antes.

—Si.

—¡Genial! Por fin te encuentro. Verás tenemos una reunión esta tarde de unos cuarenta y cinco minutos, sobre el ampa. —Sonrió dejándome un folleto.

Bad Mommies. [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora