Hoseok no odiaba a Jin.
De hecho, era todo lo contrario. Hoseok amaba a Jin, lo amaba tanto que lo odiaba.
Odiaba que él no lo amara de la misma forma. Odiaba que existiera, que fuera feliz y que la causa no fuera él, odiaba tener que sufrir psicológicamente por su culpa.
Así que sólo decidió hacerlo sufrir tanto como él.
Quería lastimarlo. Quería que llorara y que se arrepintiera de no amarlo, así que le mandaba flores muertas.
Jin perdió mucho, a sus padres, su hermano, su perro, todo por la misma razón que Hoseok no dejaba de recordarle. Quería que jamás lo olvidara. Que la muerte está en todas partes, y él ya estaba muerto mentalmente. Y que Jin pronto lo estaría también.