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Después de comer, recogimos la mesa, todos comenzaron a hablar entre sí, pero después de un rato vi como él se alejaba saliendo hacia la terraza que daba hacia el patio trasero del dormitorio.

Me aleje de los demás, dirigiendome hacia la puerta de la terraza, no podía ver nada, así que abrí la puerta suavemente y al fin pude ver cómo se encontraba sentado en una silla admirando el cielo.

Salí y cerrando la puerta, me senté a un lado de él, no me miró, estaba muy metido en su sueño.

- Lindo día ¿No? - mire yo también el cielo, sin ver su reacción.

-Si, el cielo es diferente hoy - aún seguía sin mirarlo.

- Noto que estás algo distraído desde que acabaron las presentaciones - por fin me dirigí a él mirándolo.

- Tu sabes, es relajarse después de esforzarte tanto - me miró meintras hacia una cara burlona.

- Pero más de lo normal, ¿Te ha pasado algo? Te ví enojado hace rato - me recargue en la silla.

- Tu sabes, solo eso... - se encogió de hombros, lo conozco.

- Bien, ya me lo dirás - cerré los ojos un momento.

Pasaron unos cuantos minutos, sin decir ni una sola palabra, sintiendo la brisa del aire, olía bien, esa sensación de tierra mojada, por alguna parte estaba lloviendo.

- Que bien huele - dijo él, ¿Acaso leyó mi mente o todos disfrutamos del olor a lluvia?

- Si, un aroma que uno no puede describir.

- A veces... - comenzó hablar finalmente conmigo de lo que sentía. - siento que soy como la lluvia, un alivio para algunos, pero desastre para otros.

- ¿Qué te hace sentir así? - acerque un poco más mi silla hacia él.

- Últimamente me he sentido reflexivo, vacío, como si aún no llegara a llenar completamente mis ansias de ser bueno en lo que hago.

- Oye, pero... - me interrumpió.

- Lo se, anoche hablamos de eso, aunque lo entiendo, es algo que no puedo ocultar, tal vez... Solo quiero que alguien me lo diga todos los días, así como tú.

Mis ojos se abrieron, y podría decir que me sonroje un poco, sentí que yo podía ser capaz de hacerle sentir bien, aunque no sabía porque me emocionaba tanto.

- Siento que tú eres él único con el que puedo hablar libremente de esto, me hace sentir bien que me entiendas y me alientes, es vergonzoso decirlo, pero no sé qué haría sin ti. - se sonroja un poco.

¡Oh no! Es demasiado lindo, maldita sea. Ahora me sentiré indispensable para él, “No sé qué haría sin ti”, mi cabeza seguía recordando solo esa última parte.

No entiendo porque después de ayer, me siento tan extraño al lado de él, mi corazón palpita muy rápido. Duele.

- Bueno yo... Sabes que siempre te estaré apoyando, y estaré a tu lado - le di una palmada en la espalda.

- Gracias - se levantó y de pronto me abrazo con fuerza, era raro de él venir una muestra de afecto.

Él y yo somos de los menos afectivos, en cambio hacemos bullying, le correspondi el abrazo, mientras daba pequeñas palmaditas en su espalda.

Me sentí tan bien después de ese abrazo, no quería que acabara.
Luego de un rato se volvió a sentar, yo solo mire al cielo y sentí como una gota callo en mi mejilla.

De pronto la lluvia comenzó a caer más rápido, nos mojamos un poco antes de entrar.

- Eso fue refrescante - le dije mientras reía y acomodaba mi cabello.

- Si, tienes razón jajaja - también se acomodó el cabello.

Ví como lo hacía, hubo un momento en que lo mire fijamente, que hasta probablemente lo sintió que provoco que me mirara de repente.

- ¿Tengo algo en el rostro? - río tiernamente.

- Ah... Si, no tienes ni una minima gota de inocencia en tu rostro jajaja - dió un leve golpe en mi hombro mientras reía por la broma.

Después de eso, tomamos un par de toallas para terminar de secarnos, y nos sentamos en la sala de estar, los demás fueron a seguir durmiendo.

Era un momento agradable, que esperaba que fuera así por más tiempo.

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⏰ Última actualización: Jun 12, 2018 ⏰

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