extraña nostalgia

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Hoseok había terminado su desayuno, se encontraba acostado en su cama con la nariz congestionada, con la vista pérdida en el techo y una expresión ilegible en el rostro, ¿estaba avergonzado? ¿triste? ¿desilusionado? No estaba seguro.
El hecho de que yoongi lo hubiera visto con taehyung lo ponía incómodo, ¿como le explicaría a su mayor que no era su novio sin quedar como un fácil? No lo sabía.
 

Yoongi se encontraba recargado en el marco de la puerta de la entrada, admiraba la humedad del ambiente. El clima se mantenía fresco, pero a pesar de todo no era frío, era una frescura agradable al chocar con la piel. Sostenía una taza de café humeante en la mano izquierda, y en la derecha un cigarrillo a medio quemar. Observaba con nostalgia el gran árbol junto al kiosco, algunas de sus ramas se notaban secas y caídas, sin vida, como si poco a poco estuviera muriendo.
     De la nada, algo pinchó su corazón, sintió como su latido envío una onda a todo su cuerpo. Llevo despacio la mano en la que llevaba su cigarrillo a su pecho. Sus ojos se llenaron de suaves lágrimas y sin querer aceptar ese repentino dolor mostró una pequeña y casi indetectable sonrisa.
      Después de aquel repentino suceso entró a su casa y a pasos lentos se dirigió a la cocina, saco un frasco de pastillas, las llevo a su boca para tragarlas y dar un sorbo a su ahora tibio café. Odia intensamente la opresión en su pecho, le irrita el amargo sabor de sus pastillas, pero son necesarias si quiere seguir funcionando, si es que en realidad desea seguir con vida.
     YoonGi en ocasiones observa de forma tortuosa el frasco de pastillas marrón, trata de asimilar la cantidad de tiempo que las consume. Parece que lleva muchos años, pues el sabor amargo casi metálico se aferra a las paredes de su garganta. Aún recuerda sus años de infancia, en los que soñaba con un futuro próspero y una salud impecable. Nunca creyó depender de aquellas píldoras de mal olor. Lo hacían sentir condenado, dependiente y más que nada débil.
     Ahora que esta en la cocina, observando a su alrededor, recuerda el horno de su madre, quien le preparaba galletas con forma de perritos. Su mamá siempre le decía que sería un gran hombre, le mencionaba que estaría lleno de virtudes y valores. Ojalá también le hubiera dicho que se volvería un fumador enfermo del corazón.



"Y si alguna vez caigo al suelo gritando de dolor, por favor déjame ahí, no me levantes ni trates de callarme. Pues estaré implorando perdón por todos los pecados que cometí"
  

Olor a rosas | yoonseok | Vmon| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora