Capítulo 3

38 6 0
                                    

Lo que ocurrió después de la ceremonia, fueron más presentaciones, pero esta vez individuales, y no generales. Cada ex alumno fue pasando por cada salon para hablar con nosotros un rato acerca de la carrera que estudiaron. Tecnicamente no tuvimos clases en todo el día.

Como a mi no me interesaba en absoluto lo que tenían para decir, me fui a ver a mi mamá. Ella también iba a pasar por algunos salones. Pero antes le habían dado un pequeño receso. Cuando notaron lo pálida que estaba durante el acto, la mandaron con la enfermera a tomar una taza de té y así calmarse un poco. Yo la acompañé y hablamos un rato sobre cualquier otro tema no relacionado con lo que estaba ocurriendo ese día. Hasta que, de alguna forma, terminó explicando que había pasado.

–Cuando subí a la tarima, traté de no mirarlo. Todo iba bien, pero me posicionaron a su lado, y me fue imposible no fijarme en él. Me estaba mirando desde el momento en el que me nombraron. Lo sé, de alguna forma. Me sentí algo mareada al sentir su aroma, el mismo que tenía hace casi dos década atras. ¿No podía madurar y cambiar de perfume como la gente normal lo hace? A los segundos me mandaron aquí. ¿Qué pasó luego?

Dudando si decirle o no, terminé soltando todo.

Sus compañeros se miraban y cuchicheaban entre ellos, preguntándose que había pasado entre Finnegan y Courtney, la pareja más perfecta que pudo haber existido, hasta que...

Si... Eso es lo que logré escuchar cuando salimos del auditorio. Mi tía Mely estaba ahí también, la diferencía entre ella y el resto, es que era la única que trataba de evadir el tema de la ex pareja "perfecta". Por cosas como esa, es porqué amo a mi tía.

Tengo que aclarar que es la mejor amiga de mi mamá. No es mi tía de sangre, pero siempre he sentido que si lo era.

Cuando el receso de mi madre terminó, caminamos juntas hacia el salón que le tocaba. Era noveno grado, curso A. Este era el único grado que no sabía la historia profesional de mamá, ya que eran novatos en la secundaria. Por lo que, mamá tendría que dar una leve charla con preguntas a este curso, y al B, después de almuerzo.

–Después de enterarme que estaba embarazada, postulé a todas las universidades con becas posibles, ocho en total. Me aceptaron en cinco de las ocho. Fuí a la que estaba más cerca del pueblo, y a los cuatro o cinco años me gradué con honores. Envié currículo a Martín High y dos meses después empecé a enseñar matemáticas a los alumnos de secundaria, y a veces en primaria o en la universidad Patrick Martin. ¿Alguna duda?

Tres levantaron la mano con ansias, y sólo uno fue el que tenía la mirada pacífica. No como la de sus otros compañeros que tenían la curiosidad grabada en sus ojos. Este fue el que elegí para que formulará su pregunta, porque si, yo escogía.

–¿Qué tengo que estudiar para ser profesor de matemáticas como usted?

-Hola, Jacob. No sabía que querías seguir mis pasos. Bueno, para llegar a ser profesor, uno tiene que estudiar pedagogía, y luego es la especialización. Es igual para todos los que estamos aquí, enseñándoles. Eh, ahora tu Cassie, pregúntame lo que sea, mientras tenga que ver con el tema, claro.

–¿Su papá la apoyo al estar embarazada a los diez y ocho?

–No creo que sea relevante para el tema, Cassie.

–Si lo es, Señorita Courtney- intervino otro de los chicos que tenía levantada la mano.

–Deme un buen argumento de por qué es relevante y les respondo –dice mi madre, entre interesada y precavida.

–Bueno. Imagine que embarazo a una de mis tantas conquistas, y las quiero dejar y no hacerme cargo, porque nadie quiere un bebe a esa edad, sería un estúpido al hacerlo. No entiendo como usted se hizo cargo. Pero bueno, me gustaría saber que están siendo apoyadas por sus padres. No es que me importe como estén, pero ningún hijo mío vivirá en la miseria.

Every Princess Needs a FatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora