▪️please stay with me▪️ | y.m

Capítulo 2: Quiero ser olvidado.

《 Haz tomado mi mano cubierta de cicatrices, quiero aferrarme a dicha esperanza hasta que la realidad toque de nuevo mi puerta y vuelva a caer al frío abismo. 》

Se encontraba solo como siempre. Ese día ha sido difícil. Por alguna razón han sucedido múltiples sucesos diferentes a los usuales que no esperaba en absoluto.

Al parecer fue trasladado a un nuevo hospital del cual no sabía absolutamente nada y no era como que iba a extrañar su antiguo lugar, al contrario, pero todo era tan nuevo... Simplemente lo encontraba extraño... Ajeno.

Especialmente a él.

Y a él se refería a ese médico con cabellos rubios, quien le trató totalmente diferente a como le trataban en el otro hospital. No lo golpeó ni lo agredió de ningún modo, fue amable e incluso le sonrió. ¿Hace cuánto no veía una sonrisa tan sincera y llena de calor humano? Sinceramente ni lograba recordar.

Él no podía sacarse de su mente ese acto bondadoso, eso le molestaba porque no debía tampoco darle tanta importancia porque no le gustaba esperar nada de las personas además que muy probablemente todo terminaría siendo igual que antes pero inevitablemente esa sonrisa se hacía presente y le cálida.

''Muy bien, Jimin.''

Él realmente había escuchado su nombre, aunque fue casi inaudible, logró escuchar.

No volvió a levantar su mirada. Solo sabía que el doctor hacía las típicas preguntas de valoración pero de las cuales no respondió ninguna. No era porque no pudiera sino porque simplemente no quería hacerlo. Pero Min no quería darse por enterado.

Dio por terminada la sesión mientras se ponía de pie.

— Bien, como veo que no tienes muchas ganas de participar lo dejaremos aquí y continuaremos cuando te sientas un poco mejor. Dependiendo de cómo sigas mañana podría hacer que te quiten la camisa de fuerza y así que empieces a comer con tus propias manos. -—Hizo una pausa y siguió. —Eso sí, debes saber que si empiezas a lastimarte de nuevo tendré que volver a sedarte y hacerte llevar camisa de fuerza una vez más. Eso es todo, nos vemos al amanecer, Jimin. - Dijo dirigiéndose hacia la puerta.

Así mismo como dijo, el Doctor Min salió de la habitación, él no pretendía presionar demasiado a Jimin, considerando su historial era mucho mejor ir gradualmente.

Jimin levantó de nuevo la mirada para encontrarse con una ventana. Ahí fue cuando pudo darse cuenta que era de noche.

La luna. Como odiaba la luna. Como odiaba ese brillo que le mostraba un pasado muy lejano y le traía una felicidad ya muy olvidada. Le dolía, le dolía porque sabía que ese sentimiento de felicidad en sus recuerdos era solo un espejismo intangible, algo que había quedado en el olvido.

Su reflejo solo le muestra unos ojos vacíos, fríos y llenos de derrotismo, pero no puede evitar aferrarse a ese regresar, privado del poder, a cambio de la paz momentánea y un fragmento de esperanza, pero los pecados pasan factura y se lo llevan todo y aunque no tiene sentimientos de culpa, sus memorias, simplemente, permanecen.

Incluso cuando piensa en aquel tiempo en el que estaba lleno de ideales, su corazón ahora está seco y solo la oscuridad de un bosque se desparrama dentro de sus ojos. Ya nada se puede hacer para volver atrás.

Hay cosas que no puedes recuperar, no importa lo que te esfuerces y a veces no te puedes librar de la desesperación que sientes.

Levantó su mirada. Nuevamente él estaba aquí. Nuevamente volvía a aparecer.

Muchas veces le pidió, le rogó que se marchara, intentaba pensar que era falso, que no existía, que él no estaba ahí. Pero no se marchaba, seguía ahí, viéndolo, sin hacer nada.