Capitulo 2.

5.8K 330 41
                                    

Se ve a un Halcón volando con destreza, frenéticamente tratando de zafarse a los polizones que se había llevado sin que el habría querido.

-¡Bájense ahora mismo de Garuda, regresen con sus madres locas y ese vejete que se auto proclamó demonio pero no es más que un patético humano inmortal!-. Grito Naruto, molesto jalando con gran fuerza las piernas de los niños para que lograran soltarse y así poderlos lanzar lo más lejos posible.

-No, no me iré estoy segura de que podré ser más fuerte si tú me llegas a entrenar, además si lo que dices es verdad y vienes de otro mundo necesitarás un guía alguien que te muestre como puedas pasar desapercibido sin tener que llamar la atención-. Dijo Mara, agarrandose con fuerza de una de las piernas de Naruto, lo cual demostraba ante todo que ella tenía determinación y no se irá.

Garuda al escuchar lo que dijo la niña pensó que ella tenía un punto, es decir su maestro podía ser fuerte y pasar desapercibido por un tiempo pero un descuido y el podría meterse en grabes problemas este mundo es diferente cualquier cosa aquí podría pasar.

Naruto pudo sentir como su invocación se volteaba a verlo, logrando ver que el estaba de acuerdo con la chica.

-Además no creo que tú seas tan inteligente como para pasar desapercibido-. Dijo el chico, logró que molestara a Naruto.

-Mira mocoso, aquí solo ahí un vote salvavidas para una nueva vida tu prima aquí me está haciendo una oferta que aún que me cueste admitirlo es verdad en cambio tú no has hecho nada más que estar exigiendo y criticándome recuerda que yo soy el que tiene un pájaro que nos está llevando a no sé dónde pero de algo estoy seguro, podría lanzarte de el seguir volando y el no te atraparía ni yo sentiría arrepentimiento-. Dijo Naruto, mostrando su Sharingan activo haciendo que chico se quedase mudo.

-(Jejejejeje finalmente alguien que lo pone en su lugar al mimado)-. Pensó Mara, feliz por cómo habían tratado a su primo.

-Garuda bajemos en esa montaña, acamparemos ahí-. Dijo Naruto, descansando sobre el lomo de su Halcón, para así tratar de calmar un poco sus pensamientos.

Al llegar a la montaña Naruto esperaba que Garuda se desvaneciera y volviese al mundo de las invocaciones pero en lugar de eso, la cortina de humo que hizo se desvaneció causándole una gran sorpresa.

-¿Garuda eres tú?-. Pregunto Naruto, algo desconcertado al ver que su invocación se había vuelto del tamaño de un Halcón común y corriente.

Tras escuchar su nombre Garuda voló hasta el hombro de su dueño y descendió de el de forma delicada.

-¿Qué le ocurrió a tu mascota? Ahora párese más pequeña que una gallina-. Dijo el chico, mirándo a el Halcón que por ese comentario se lanzó a picotazos contra el chico insolente.

-(¿Por qué razón Gadrua no volvió a el mundo de las invocaciones y en lugar de eso se encogió de tamaño? Esto no tiene sentido)-. Pensó Naruto, al ver los nuevos susesos que estaban pasando en este mundo.

-Idiota deja de molestarlo, el fue quien nos estuvo llevando en su lomo por quién sabe cuánto tiempo no necesita que lo estés molestando-. Dijo Mara, avientandole una piedra a su primo que si no hubiera estado tan distraído se hubiese dado cuenta de que estaba apunto de caer en un acantilado.

-(No llevo ni un solo día en este mundo y ya me e vuelto niñero de este par de mocosos)-. Pensó Naruto, agarrando su Katana con agilidad y alejando al niño de el acantilado.

-Suspiró, escuchen como parece que todos estamos en las misamas condiciones no habrá de otra, vendrán conmigo-. Dijo Naruto, guardando su espada y mirando a ambos niños que lo miraban de forma distinta. Por un lado Mara  estaba realmente feliz de que finalmente aceptara y el chico, desviando su mirada a otro lado pero con una pequeña sonrisa.

El Manto de la Capucha Roja.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora