He estado pensando en mi vida, y en todos los errores que he cometido. Los que se han quedado conmigo, los que lamento, son los que cometí por miedo. Durante mucho tiempo, temí ser quien era porque mis padres me enseñaron que hay algo malo en ser como soy. Algo ofensivo, algo que debería evitar, quizás incluso compadecer. Algo que nunca podrías amar. Mi mamá es devota. Dice que el orgullo es un pecado. Lo veía como la puerta de entrada a la aducción al pecado. Pero el odio no es un pecado en esa lista. Y tampoco la vergüenza. Le temía a este desfile porque quería tanto ser parte de él. Así que hoy marcharé por esa parte de mí que alguna vez tuvo miedo de marchar. Y por toda esa gente que no puede marchar... gente que vive como vivía yo. Hoy marcharé para recordar que no soy sólo yo. Sino también nosotros. Y marchamos con orgullo.Todos sabemos cuando nos mienten, solo que no queremos escuchar.