todos tenemos otra naturaleza, un otro yo, capaz de cosas muy hermosas y muy terribles.
Mira... el amor no es algo a lo que se le dé cuerda. No lo programamos ni controlamos. El amor es igual que el arte. Una fuerza que irrumpe en nuestra vida sin reglas, expectativas ni limitaciones, y... cada vez que oigo esa línea, me recuerda que el amor, igual que el arte... siempre debe ser libre. Pero al final, comprendí que es muy distinto aquello por lo que trabajamos y aquello por lo que vivimos.
La verdadera violencia... la violencia que comprendí que era imperdonable, es la que usamos contra nosotros mismos cuando no nos atrevemos a ser lo que somos.
A veces me miro en el espejo y no sé quién soy.
¿Crees que otros animales pierden tanto tiempo como nosotros deseando cosas que saben son imposibles?
La muerte no te deja despedirte. Solo te hace agujeros en la vida... en el futuro... en el corazón.
Despedirme fue... lo más difícil que debí hacer en mi vida. Ese día, aprendí que la vida y la muérete están mezcladas, así como algunos comienzos son finales, y algunos finales se vuelven comienzos.