Al final todos seremos juzgados por el calor de nuestros corazones.
Es mi hermano. Y no por algo tan fortuito como la sangre... sino por algo mucho más fuerte... Por elección.
Tomamos decisiones... y la vida siempre nos hace pagar por ellas.
Ya sabes que no creo en dioses ni milagros. El destino se rige por nuestras decisiones. Otros dirán que la suerte, buena o mala, también pesa, pero yo no concuerdo. La suerte puede darte una oportunidad. Pero sin la voluntad de tomar la decisión correcta, la suerte tiene poco sentido como... ese dios con cabeza de elefante. Para mi la idea de rezarle a un dios para que influya en mi destino es tan primitiva como terriblemente triste.
Al final... todos seremos juzgados por nuestro coraje.
