III. Sorpresas de cumpleaños.

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N.A: Gerard tiene 18, y Frank 16. Sí, ya sé que no se sacan dos años en realidad, pero bah.

Las paredes tiemblan por el volumen de la música, blink-182 hablando sobre demonios que te quitan el sueño, y Gerard sabe que absolutamente nadie en esa maldita casa conoce la canción, pero ahora mismo no le importa.

No le importa porque es su jodido cumpleaños, porque Mikey se ha empeñado en montarle una fiesta que "va a ser la hostia" y ahí está él, encerrado en su cuarto, con un cómic en las manos mientras en la planta baja un montón de desconocidos celebra su cumpleaños, aunque probablemente ellos tampoco conocen a Gerard y solo han venido por el alcohol.

No hay mejor manera de hacer amigos que regalando alcohol.

Al menos, Mikey ha hecho bien lo de la música.

En realidad, todo lo anterior le importa bastante poco, porque podría soportarlo. El problema es que, para soportarlo, necesita alguien con quien desahogarse y, ya que su hermano debe estar liándose con alguna morena (Gerard sabe que es la razón por la que Mikey quería organizar la fiesta), la única salida es Frank.

Ahí está el problema, que Iero no se ha dignado a aparecer. Y, teniendo en cuenta que es la una de la mañana, Gerard duda que vaya a hacerlo. Se está comiendo la cabeza, pensando en el accidente más terrible para darle una explicación a la ausencia de Frank, pero luego cae en la cuenta de que puede entender que no haya venido.

Si no fuese su fiesta, Gerard tampoco estaría ahí.

Aunque le duele un poco que no se haya sacrificado para hacerle compañía, no puede culpar a Frank.

La canción cambia, y sabe que ese solo de batería pertenece a Set The World On Fire en el primer segundo. Gerard no sabe si bajar para ver el espectáculo de esa gente intentando bailar a Black Veil Brides (tiene que ser gracioso verlos bailar algo que no sea... no sé, ¿qué mierda escuchan los jóvenes de hoy en día?) o intentar dormirse y que le jodan al mundo. Aún está debatiéndolo cuando suenan dos golpes en la puerta, y, antes de que le dé tiempo a pensar "ni de coña, capullos, a follar a otro sitio", la puerta se abre y un coro celestial suena.

Bueno, a lo mejor no. Puede que solo sea Frank.

Iero entra con una sonrisa gigante en la cara bajo la ligeramente sorprendida mirada de Gerard, los pantalones más rotos que enteros y una sudadera de Taking Back Sunday. Se sienta en la cama mientras Gerard se incorpora.

"Cuando he llegado, he subido directamente. Sabía que no ibas a estar abajo" comenta.

"Ya..." asiente Gerard, encogiéndose de hombros.

"¿Por qué dejaste que Mikey organizase la fiesta? En serio, con lo bien que nos lo habríamos pasado nosotros dos bebiendo de más y, con un poco de suerte despertándonos en... Las Vegas, yo qué sé" ríe Frank.

Gerard lo mira y levanta una ceja, a lo que Frank responde riéndose aún más fuerte.

The Taste of Ink [Frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora